Reyezuelos en aguacero

¡Insólito! En una ciudad marcada por la pobreza, desesperanza y marginalidad, el monto del impuesto predial se incrementó hasta un 200%. Una urbe llena de baches por el temporal, casi paralizada por falta de obras y una política pública de extorsión a través de la imposición de multas de tránsito. Que vive un exceso de restricciones a la movilidad hasta quebrar a los sectores de la producción, comercio y turismo. En medio de la demanda hospitalaria y falta de pruebas de detección del Covid-19 que nos apresuran al drama de la llegada de vacunas.

Un cortocircuito al desgobierno de Quito y la ausencia de liderazgo, que no logra resolver problemas ni tomar decisiones clave como la tarifa del transporte del Metro que, en su contexto y coyuntura, podría reactivar el empleo en la ciudad. Una obra acabada -carísima- que muestra una imagen de abandono e ineptitud. Una digna portada de un libro de corrupción y desafecto, con un epígrafe sobre mesianismo y la manera de escoger malos gobernantes.

Por algo se inició el año electoral con tempestad y aguaceros, y el pedido de destitución de los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) que debería empapar a tanto político mediocre; en una sociedad acostumbrada a pugnas, trabas y triquiñuelas. Con alcaldes y prefectos sin paraguas en la pandemia que no logran prevención ni protección de la vida frente a un contagio mortal; menos aún, la falta de servicios: agua potable, conexión de telecomunicaciones, soterramiento de cables, recolección y reciclaje de basura, estándares para la fauna urbana, arborización o cultivos orgánicos en parques.

Es que la búsqueda del voto hace cosas sorprendentes a nombre de intereses económicos mezquinos. Crea un electorado adaptado a declamadores de cantina que se promocionan como estrellas de tecno-cumbia y luego no dan pie con bola con la cosa pública. Por eso se lanzan despistados que parecen comediantes mexicanos como si fueran clones de caudillo y hay elecciones como competencia de disfraces para adolescentes. Una disputa de egos y facilismo; de reyezuelos engreídos en aguacero, contagiados por el coronavirus, pues no lideran ni conducen nada. Ni siquiera un reclamo organizado por el justo pago de impuestos prediales.

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@kleber_mantilla