Es la sudoración anormal y excesiva que no necesariamente está relacionada con el calor o el ejercicio.
Puede sudar tanto que se le empapa la ropa o gotea por sus manos. Además de interrumpir las actividades diarias normales, este tipo de sudoración intensa puede ocasionar ansiedad social y vergüenza.
El tratamiento de la hiperhidrosis suele ser de ayuda; para comenzar, se utilizan antitranspirantes fuertes recetados. Si los antitranspirantes no te dan resultado, tal vez debas probar otros tratamientos o medicamentos diferentes. En casos graves, el médico puede recomendarte cirugía para extraer las glándulas sudoríparas o desconectar los nervios responsables de la sobreproducción de sudor. A veces se puede descubrir una causa oculta y tratarla.
La mayoría de las personas sudan cuando realizan ejercicios o se esfuerzan, cuando se encuentran en un ambiente caluroso, o cuando están ansiosas o en situaciones de estrés. La sudoración excesiva que se experimenta con la hiperhidrosis supera ampliamente la sudoración normal.
El tipo de hiperhidrosis que normalmente afecta manos, pies, axilas o cara se presenta al menos una vez por semana, durante el día. Y la sudoración generalmente se produce en ambos lados del cuerpo.
A veces la sudoración excesiva es un signo de una enfermedad grave. Busque atención médica inmediata si la sudoración intensa está acompañada de aturdimiento, dolor en el pecho o náuseas.
Consulte con el médico en estos casos: La sudoración perturba su rutina diaria, la sudoración causa angustia emocional o retraimiento social, repentinamente comienza a sudar más de lo habitual, tiene sudoraciones nocturnas sin razón aparente, entre otros síntomas.