Buses trabajan a pérdida

SITUACIÓN. La transportación ya no da para más, la escases de pasajeros no les permite cubrir los gastos que les generan la movilización de sus buses.
SITUACIÓN. La transportación ya no da para más, la escases de pasajeros no les permite cubrir los gastos que les generan la movilización de sus buses.

La escasez de usuarios es notable en los colectivos urbanos, Pocos los utilizan.

Redacción QUEVEDO

Algunos propietarios de buses urbanos mantienen sus unidades en el garaje. Señalan que desde que retomaron sus labores por causa de la pandemia, trabajan a pérdida.

Se quejan porque apenas recogen 10 dólares diarios y no les alcanza ni para realizar el mantenimiento de sus vehículos. Además, muchos les preocupa las deudas que han adquirido en los bancos privados, para renovar el parque automotor.

200 PASAJEROS aproximadamente se movilizan cada día en los buses, mientras que antes eran 800.Dada la situación crítica en la que se encuentran, los dirigentes de la transportación urbana tienen previsto reunirse mañana a las 16:00, para tratar la problemática y buscar una solución que les permita ofreciendo sus servicios a la colectividad quevedeña.

Detalles

“El negocio se fue por los suelos y no sabemos qué hacer”, fue la expresión de Oswaldo Ibarra, gerente de la compañía Selec-Siete, quién contó que de los 34 buses que conforman su cooperativa, penas están trabajando 20, esto debido a que no recogen a muchos pasajeros.

Antes de la pandemia ellos transportaban a un promedio de 800 usuarios, hoy solo llegan a 200, es decir, no completan ni el 30% del aforo permitido por unidad.

192 BUSES conforman las 7 operadoras existentes en Quevedo, pero no todas están laborando.Ibarra detalló que las ganancias superaban los $160 al día, ahora esas cifras han cambiado y por ahora cuentan con un ingreso de $60, los cuales no le alcanzan para cubrir los gastos operativos (cambio de aceite, llantas y demás arreglos).

“Quiero pedirle a las autoridades que no dejen desaparecer el transporte público, en la forma que vamos no le encuentro una solución”, finalizó.

En igual situación o peor se encuentra Héctor Sánchez, quién es socio de la cooperativa de Transporte Urbano Galo Plaza, que desde el 15 de marzo guardó el bus y desde entonces no ha salido a trabajar. El adecuó su automotor con 18 asientos para que los pasajeros respeten el distanciamiento.

El 80% de la transportación urbana circula actualmente por la ciudad. El restante ha decidido no salir, porque su jornada no les cubre ni sus gastos operativos. Sin embargo, luego de haber trabajado por unos días se dio cuenta que le generaba pérdidas. Recaudaba de 4 a 10 dólares, tenía que pagarle al chofer y oficial, por lo que decidió retirar de las calles su bus. Lo peor es que aún adeuda a la Corporación Financiera Nacional (CFN), un préstamos de más de 100 mil dólares.

La deuda para renovar su automotor la adquirió en el 2013, a 8 años plazo, por los cuales pagar mil dólares mensuales, en un año. “Me vi obligado a enviar un correo a la entidad financiera explicando que soy de la tercera edad y que mi vehículo está sin trabajar, pedí una prórroga en los pagos”, explicó. Por ahora solo vive de su pensión, luego de haberse jubilado como docente.

Alternativa

Por su lado, el presidente de la Asociación de Transportes Urbanos del cantón Quevedo, Fernando Vera, manifestó que la situación es crítica. Según el dirigente por ahora laboran el 80% de trasportación urbana, de las 7 operadoras que integran 192 buses.

“Esperamos que dé a poca mejore la situación”, agregó además que tienen un crédito por la renovación de cuatro vehículos, por lo que están buscando la forma de refinanciar la deuda. (LRU)