Ayer hubo descontrol en los mercados municipales. La intención de las autoridades no tuvo efecto en la mayoría de ciudadanos.
Como un ‘día muy conflictivo’, así lo catalogó la comisaria municipal, Olga Baque, a la actividad comercial desarrollada ayer en el centro de Quevedo.
Lamentó el hecho de que los ciudadanos no tomen conciencia del peligro que pueden correr al aglomerarse en algún sitio donde pretenden realizar sus compras. Esto luego de que se conociera que Quevedo ya cuenta con 47 casos confirmados de coronavirus.
Y es que frente a la situación, la Empresa Pública de Tránsito Quevial y el Gobierno Municipal, durante el fin de semana, realizaron la señalética correspondiente en las vías que dan acceso al mercado del Río (centro); mercado mayorista (San Camilo), mercado Central (Coliseo); avenida Juan Montalvo (San Camilo), mercado de mariscos (San Camilo), calle Décima Segunda (centro) y la parroquia San Carlos, para que los ciudadanos mantenga la distancia entre unos y otros.
La idea, según María José Chicaiza, funcionaria municipal, era que cada ciudadano ocupe su espacio remarcado en 2 metros por 2, para que tengan el menor contacto posible con otros ciudadanos.
Pero de acuerdo con la Comisaria, hubo demasiadas personas que salieron de sus hogares para abastecerse de los alimentos. “Deberían hacer conciencia que para ir a comprar no deben ir ni dos ni tres de la misma familia porque eso genera más caos”, detalló.
Reacciones
El ciudadano Carlos Cifuentes, habitante del sector El Pantano, en la parroquia San Cristóbal, lamentó el hecho de que el fin de semana (desde el viernes) se hayan cerrado los locales comerciales porque “hoy fue una completa locura”.
Ese anuncio lo hizo el alcalde John Salcedo la noche del pasado jueves, horas antes de la restricción y a través de la red social del Municipio de Quevedo.
Igual reacción tuvo Mari Carmen Vera, habitante de la parroquia Venus el Río Quevedo, quien explicó que le tocó salir porque la última vez que había hecho las compras fue el domingo 29 de marzo. “Nadie sabía que nos iban a prohibir salir el fin de semana y a mi esposo le pagan todos los sábados. Ya se imaginará como estábamos en mi hogar”, contó.
Mientras que para Mariela Herrera, lo que se vivió ayer fue el resultado “de decisiones apresuradas” de la primera autoridad del cantón, ya que se debió tomar otras acciones antes de cerrar el comercio en el centro. “Por ejemplo, se debió permitir la compra por parroquias y hacer que los militares y policías controlen las salidas”.
Punto de vista
Sin embargo, para Juan Duarte, el problema no lo tienen ni las autoridades ni los comerciantes, sino la actitud de los ciudadanos.
“Cada uno es dueño de sus actos. Yo hoy he visto demasiada gente comprando por eso mejor me regreso a mi casa y compro en la tienda del barrio, aunque a cada producto le han subido entre 0.10 y 0.25 centavos, pero no contraigo una enfermedad”, explicó.
Igual reacción tuvo la ciudadana Marquesa Franco, quien llegó desde Playa Grande para adquirir pescado fresco en la plaza de mariscos, pero al encontrarse con que debía hacer fila y esperar junto a decenas de ciudadanos, prefirió retirarse.
“Mejor me compro una lata de atún y me quedo tranquila en mi casa”, dijo mientras se retiraba.
Aún así, las medidas para evitar que se siga propagando el coronavirus entre los ciudadanos se continuará llevando a cabo en toda la zona comercial de la ciudad.
E incluso se conoció que ya hay ciudadanos que han hecho llegar sus sugerencias hasta la Comisaría Municipal para que remarquen zonas aledañas a otras comerciales del cantón Quevedo y en parroquias rurales como San Carlos y La Esperanza.
El control en la zona comercial le corresponde a la Policía Municipal, en apoyo con la Policía Nacional y Ejército, quienes tienen como misión principal la seguridad de la ciudad.
La Hora ha intentado contactarse con el alcalde John Salcedo para profundizar temas sobre la emergencia sanitaria pero ha preferido no atender nuestros requerimientos, pese a haberle enviado previamente las preguntas, tal como lo solicitó. (MZA)
Antecedentes
El alcalde John Salcedo tomó la decisión el pasado jueves, en la noche, de cerrar el comercio por tres días (viernes, sábado y domingo) con el propósito de evitar contagios; además se prohibió la circulación de motocicletas en la ciudad.