Moreno, a la oposición

Cuando la semana pasada el señor Presidente anunció que había que transparentar la información y que debían dar datos más realistas por más dolorosos que sean; entendí que por fin Moreno se pasó a la oposición, pues le pedía a sus mismos funcionarios que transparenten la información: una grave crisis de identidad.

Gran noticia, puesto que desde la oposición el Presidente puede hacer mucho más de lo que actualmente se hace, como por ejemplo pedir ayuda internacional, para que lleguen insumos y personal médico y también librarse de los acuerdos políticos que lo mantenían como rehén y así separar del Gobierno a funcionarios que no aportan para salir de la crisis, y además son seriamente cuestionados.

Moreno también podría volverse vocero de la oposición y contarnos él, en primera persona, lo que pasa en el país.

A esta oposición parece haberse pasado también el Vicepresidente, quien de manera, también transparente, pidió disculpa por las imágenes negativas que han circulado y siguen circulando en el mundo. Él también se pasó a la oposición porque pedir disculpa hasta hoy no ha sido característica del Ejecutivo.

Estamos en emergencia, nadie lo niega, y es algo mundial pero no es mundial que se hable de ataúdes de cartón; ni de cadáveres extraviados o abandonados en la calle. Ha pasado mucho tiempo y el Presidente de oposición debe actuar y dejar de anunciar. A los aportes del sector privado debe sumarse y es más, los debe liderar el Estado que, en cambio, se dedica cada día a la comunicación política. Mala comunicación, por cierto.

Los problemas serios y reales son colapso del sector salud, falta de insumos, mal manejo de los fallecidos e ineptitud de uno que otro funcionario.

Todo tiene una solución pero el Presidente debe empezar a ver los problemas tal como lo empieza a hacer: desde la oposición. Porque desde adentro no logra verlo.

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