Emotiva despedida para Juan Gurumendi

CARAVANA. Ni sol ni calor impidió que los hinchas y sus familiares caminaran desde San Camilo hasta La Esperanza.
CARAVANA. Ni sol ni calor impidió que los hinchas y sus familiares caminaran desde San Camilo hasta La Esperanza.
ALGARABÍA. Hinchas gritaban consignas y cánticos característicos de Barcelona durante la caminata.
ALGARABÍA. Hinchas gritaban consignas y cánticos característicos de Barcelona durante la caminata.
BANDA. Jóvenes y adultos acompañaban su recorrido haciendo sonar los tambores y trompetas de la ‘Sur Oscura’.
BANDA. Jóvenes y adultos acompañaban su recorrido haciendo sonar los tambores y trompetas de la ‘Sur Oscura’.
RESIGNACIÓN. Sobre el cofre se colocaron trompetas. Luego familiares y amigos dieron unas palabras de resignación.
RESIGNACIÓN. Sobre el cofre se colocaron trompetas. Luego familiares y amigos dieron unas palabras de resignación.
AMOR. Personas que no conocían a Gurumendi también lo acompañaron por ser del equipo. Este era el caso de Miriam Viva.
AMOR. Personas que no conocían a Gurumendi también lo acompañaron por ser del equipo. Este era el caso de Miriam Viva.

Redacción QUEVEDO

Con banderas, bengalas, pancartas, tambores y trompetas, así despidieron los familiares, amigos, allegados e incluso desconocidos a Juan Gurumendi, joven de 33 años, quien falleció en un accidente de tránsito en una carretera peruana.

Gurumendi era un conocido trompetista de la barra ‘Sur Oscura Quevedo’, grupo que alentaba a Barcelona Sporting Club.

Con sus ‘panas’ había asistido a Lima para animar a ‘su ídolo’. Sin embargo, en el retorno, el paseo de euforia se convirtió en tragedia, debido a que el bus que los transportaba se accidentó, enlutando a ocho familias, entre ellas, la de Gurumendi.

Misa

Ayer se desarrolló la misa de despedida en la iglesia San Cristóbal, de la parroquia San Camilo. Centenares de personas, en caravana y con consignas de ‘Juan todavía vive’, ‘Juan no se va’ y otros lemas, caminaron hasta el templo. Mientras que otros esperaban el arribo del féretro.

Muchos de quienes asistieron jamás vieron o conocieron a Gurumendi, nunca habían socializado, visto o jugado un partido de fútbol con él, pero el equipo los unía y sentían empatía hacia los familiares, como si hubieran perdido un hermano más.

Ese era el caso de Bryan Duarte, quien expresó que el amor que tienen todos los hinchas hacia su equipo los une. “Del fútbol todos somos hermanos, tenemos una pasión que nos une, yo no lo conocí, pero sentí que es mi obligación venir y voy a caminar hasta el cementerio”, contó el joven de 25 años.

También se encontraba en la iglesia Miriam Viva, una mujer de avanzada de edad quien vestía una camiseta del Barcelona. Ella lo acompañó desde el velorio en la Josefina 1.

Sepelio

Luego de la misa, una gran caravana a pie y en moto partió desde la iglesia y tomó parte de la avenida Guayaquil y vía a Valencia para dirigirse al Camposanto Jardines de Quevedo, ubicado a pocos metros del ingreso a la parroquia La Esperanza.

Los conductores que circulaban alrededor de la caravana, activaban su bocina como señal de respeto y empatía. Esto mientras la hinchada con tambores y trompetas alentada como si estuvieran en la barra de un estadio.

De lejos se podía observar una bandera de Barcelona flameando desde lo más alto y una gran multitud con la camiseta amarilla. La hinchada cargó el cofre cerca de 7 kilómetros, lamentando la cercanía al cementerio para darle el último adiós.

Su hermana, Maricela Gurumendi, recordaba las anécdotas de infancia junto a su ‘ñaño menor’. “Recuerdo que a él le gustaba hacernos asustar y era muy bromista. Una persona que tenía un carácter fuerte y también era muy alegre, deja una pequeña en la orfandad”, contó.

Aprovechó e hizo un llamado de conciencia a los conductores, además reveló que la dirigencia de Barcelona se está encargando de hacer justicia. “Entiendan que en un bus están llevando personas con familias”, agregó sollozando.

Juan será recordado por sus amigos como un muchacho trabajador, alegre, sobre todo ‘pana’ y que no decía ‘malas palabras’. Así lo contó su amigo de infancia, William Briones.

“El ‘man’ era humilde, una vez nos fuimos a la finca del papá con toda su familia y él más que todo siempre le gustaba apoyar a los amigos, lo vamos a extrañar con el alma”, expresó con un evidente nudo en la garganta.

Una vez en el cementerio, llegó el llanto. Muchos se recostaron en el césped y entre lágrimas pedían explicación divina de porqué su amigo se había ido. Sobre el féretro colocaron trompetas y cantaban: ‘De día viviré vistiendo la amarilla, de noche la oscura me acompañará, serás tú para mí lo mejor de este mundo, me voy pero te juro que mañana volveré…’.

Entre cánticos, lágrimas y aplausos fue despedido Juan Gurumendi. El cuadrante donde recibió cristiana sepultura estaba repleto de hinchas. “Cada partido que ganaba Barcelona salíamos en la camioneta a festejar en San Camilo”, expresó llorando Alfredo Calero. (EHL)

Suceso

Al menos 30 personas cayeron a un abismo en una vía del departamento de Piura (Perú), la madrugada del sábado, cuando regresaban a Ecuador después de haber ido hasta Lima para alentar a su equipo Barcelona, en un encuentro futbolístico.

Producto del hecho, Juan Gurmendi murió al igual que otras siete personas. Galo Molina, amigo de Gurumendi, aseguró haberlo visto morir en sus brazos pero aun así la mañana de ayer acudió a su velatorio. 12 hinchas, oriundos del cantón Babahoyo, también resultaron heridos pero en menor magnitud.