La dieta Barf, alimentación con pros y contras

ALIMENTO. Las proteínas y vegetales son crudos. En Ecuador aún no tiene acogida. (Foto: animalesmascotas.com)
ALIMENTO. Las proteínas y vegetales son crudos. En Ecuador aún no tiene acogida. (Foto: animalesmascotas.com)
ALIMENTO. Las proteínas y vegetales son crudos. En Ecuador aún no tiene acogida. (Foto: animalesmascotas.com)
ALIMENTO. Las proteínas y vegetales son crudos. En Ecuador aún no tiene acogida. (Foto: animalesmascotas.com)
ALIMENTO. Las proteínas y vegetales son crudos. En Ecuador aún no tiene acogida. (Foto: animalesmascotas.com)
ALIMENTO. Las proteínas y vegetales son crudos. En Ecuador aún no tiene acogida. (Foto: animalesmascotas.com)
ALIMENTO. Las proteínas y vegetales son crudos. En Ecuador aún no tiene acogida. (Foto: animalesmascotas.com)
ALIMENTO. Las proteínas y vegetales son crudos. En Ecuador aún no tiene acogida. (Foto: animalesmascotas.com)

La tendencia de las dietas crudas para mascotas, que tenían como ingrediente principal a los huesos, no dio resultado en los países europeos, donde inició a finales de los 80 e inicios de los 90.

Causaron complicaciones en la salud de los animales, dañando las encías, los dientes, el tracto digestivo. Entonces, las fueron dejando de lado, señala Eduardo Aragón, veterinario nutricionista, decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Central (UCE).

Más tarde, ese concepto se orientó a otro tipo de regímenes con carne cruda, que requieren de mayores cuidados; se denomina dieta Barf.

“Lo crudo puede ser un problema, sobre todo si no se conoce el origen del alimento, porque puede transmitir parásitos y patógenos”, menciona.

De acuerdo con Santiago Prado, director de la Clínica Veterinaria de la Universidad de las Américas (UDLA), esta propuesta en Ecuador, que es promocionada “desde hace algún tiempo”, no está muy bien dirigida, debido a la escasez de especialistas en nutrición animal; y quienes la ofertan, no son expertos.

Aún hay deficiencias
Para Prado, este tipio de alimentación debe ser individualizada, para que cubra los requerimientos de cada mascota, dependiendo de la raza, el tamaño, la edad e incluso las patologías que enfrente.

Si alguien desea un cambio de nutrición para su ‘mimado’, lo más conveniente es que se asesore adecuadamente y conozca los pros y los contras de cada opción alimenticia.

En el país hay algunos inconvenientes. La materia prima que se escoge para la ‘Barf’ , generalmente, no es la adecuada; y el manejo y la conservación de los productos que se los oferta congelados no son los apropiados. Esto puede dar paso a una contaminación del alimento y causar diarreas o afecciones intestinales, agrega el experto.

Bienestar animal
Una nutrición que apunte a una buena salud y a la longevidad del animal, debe reunir porcentajes adecuados de proteína (carnes), carbohidratos (arroz, maíz, trigo, cebada, camote y zanahoria blanca), lípidos (aceite vegetal o animal), agua, vitaminas y minerales, explica el docente de la UCE. En la dieta Braf –dice Prado- los dos últimos ingredientes, que se los obtiene de los vegetales crudos, se tornarán un tanto difícil de proporcionar en los porcentajes requeridos. Deberían comer en grandes cantidades.

Ante la ausencia de cualquiera de estos componentes, la nutrición no es equilibrada, ni completa y puede ocasionar problemas en el desarrollo muscular, óseo y causar alguna patología, enfatiza.

En todo caso, “no debemos cerrarnos, es posible ver alternativas, siempre con asesoramiento del médico veterinario nutricionista”, concluye. (CM)

Comida especial
° Las patologías diagnosticadas en las mascotas, además de ser tratadas con medicamento, requieren de una alimentación especial.

En el mercado hay comida balanceada para los animales que tienen problemas renales, cardíacos, urogenitales, diabéticos, tiroides, obesos, geriátricos y otras afecciones.

Los productos que contribuyen a tratar cada patología, son diferentes. Algunos son bajos en sal, en grasa, otros son más digestibles. “Son dietas medicadas que ayudan al paciente”, aduce el veterinario Santiago Prado.

Este tipo de atención y cuidados ha hecho que el promedio de vida de las mascotas haya aumentado a por los menos 17 años en las razas grandes, y unos años más en las razas pequeñas.

La tendencia de las dietas crudas para mascotas, que tenían como ingrediente principal a los huesos, no dio resultado en los países europeos, donde inició a finales de los 80 e inicios de los 90.

Causaron complicaciones en la salud de los animales, dañando las encías, los dientes, el tracto digestivo. Entonces, las fueron dejando de lado, señala Eduardo Aragón, veterinario nutricionista, decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Central (UCE).

Más tarde, ese concepto se orientó a otro tipo de regímenes con carne cruda, que requieren de mayores cuidados; se denomina dieta Barf.

“Lo crudo puede ser un problema, sobre todo si no se conoce el origen del alimento, porque puede transmitir parásitos y patógenos”, menciona.

De acuerdo con Santiago Prado, director de la Clínica Veterinaria de la Universidad de las Américas (UDLA), esta propuesta en Ecuador, que es promocionada “desde hace algún tiempo”, no está muy bien dirigida, debido a la escasez de especialistas en nutrición animal; y quienes la ofertan, no son expertos.

Aún hay deficiencias
Para Prado, este tipio de alimentación debe ser individualizada, para que cubra los requerimientos de cada mascota, dependiendo de la raza, el tamaño, la edad e incluso las patologías que enfrente.

Si alguien desea un cambio de nutrición para su ‘mimado’, lo más conveniente es que se asesore adecuadamente y conozca los pros y los contras de cada opción alimenticia.

En el país hay algunos inconvenientes. La materia prima que se escoge para la ‘Barf’ , generalmente, no es la adecuada; y el manejo y la conservación de los productos que se los oferta congelados no son los apropiados. Esto puede dar paso a una contaminación del alimento y causar diarreas o afecciones intestinales, agrega el experto.

Bienestar animal
Una nutrición que apunte a una buena salud y a la longevidad del animal, debe reunir porcentajes adecuados de proteína (carnes), carbohidratos (arroz, maíz, trigo, cebada, camote y zanahoria blanca), lípidos (aceite vegetal o animal), agua, vitaminas y minerales, explica el docente de la UCE. En la dieta Braf –dice Prado- los dos últimos ingredientes, que se los obtiene de los vegetales crudos, se tornarán un tanto difícil de proporcionar en los porcentajes requeridos. Deberían comer en grandes cantidades.

Ante la ausencia de cualquiera de estos componentes, la nutrición no es equilibrada, ni completa y puede ocasionar problemas en el desarrollo muscular, óseo y causar alguna patología, enfatiza.

En todo caso, “no debemos cerrarnos, es posible ver alternativas, siempre con asesoramiento del médico veterinario nutricionista”, concluye. (CM)

Comida especial
° Las patologías diagnosticadas en las mascotas, además de ser tratadas con medicamento, requieren de una alimentación especial.

En el mercado hay comida balanceada para los animales que tienen problemas renales, cardíacos, urogenitales, diabéticos, tiroides, obesos, geriátricos y otras afecciones.

Los productos que contribuyen a tratar cada patología, son diferentes. Algunos son bajos en sal, en grasa, otros son más digestibles. “Son dietas medicadas que ayudan al paciente”, aduce el veterinario Santiago Prado.

Este tipo de atención y cuidados ha hecho que el promedio de vida de las mascotas haya aumentado a por los menos 17 años en las razas grandes, y unos años más en las razas pequeñas.

La tendencia de las dietas crudas para mascotas, que tenían como ingrediente principal a los huesos, no dio resultado en los países europeos, donde inició a finales de los 80 e inicios de los 90.

Causaron complicaciones en la salud de los animales, dañando las encías, los dientes, el tracto digestivo. Entonces, las fueron dejando de lado, señala Eduardo Aragón, veterinario nutricionista, decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Central (UCE).

Más tarde, ese concepto se orientó a otro tipo de regímenes con carne cruda, que requieren de mayores cuidados; se denomina dieta Barf.

“Lo crudo puede ser un problema, sobre todo si no se conoce el origen del alimento, porque puede transmitir parásitos y patógenos”, menciona.

De acuerdo con Santiago Prado, director de la Clínica Veterinaria de la Universidad de las Américas (UDLA), esta propuesta en Ecuador, que es promocionada “desde hace algún tiempo”, no está muy bien dirigida, debido a la escasez de especialistas en nutrición animal; y quienes la ofertan, no son expertos.

Aún hay deficiencias
Para Prado, este tipio de alimentación debe ser individualizada, para que cubra los requerimientos de cada mascota, dependiendo de la raza, el tamaño, la edad e incluso las patologías que enfrente.

Si alguien desea un cambio de nutrición para su ‘mimado’, lo más conveniente es que se asesore adecuadamente y conozca los pros y los contras de cada opción alimenticia.

En el país hay algunos inconvenientes. La materia prima que se escoge para la ‘Barf’ , generalmente, no es la adecuada; y el manejo y la conservación de los productos que se los oferta congelados no son los apropiados. Esto puede dar paso a una contaminación del alimento y causar diarreas o afecciones intestinales, agrega el experto.

Bienestar animal
Una nutrición que apunte a una buena salud y a la longevidad del animal, debe reunir porcentajes adecuados de proteína (carnes), carbohidratos (arroz, maíz, trigo, cebada, camote y zanahoria blanca), lípidos (aceite vegetal o animal), agua, vitaminas y minerales, explica el docente de la UCE. En la dieta Braf –dice Prado- los dos últimos ingredientes, que se los obtiene de los vegetales crudos, se tornarán un tanto difícil de proporcionar en los porcentajes requeridos. Deberían comer en grandes cantidades.

Ante la ausencia de cualquiera de estos componentes, la nutrición no es equilibrada, ni completa y puede ocasionar problemas en el desarrollo muscular, óseo y causar alguna patología, enfatiza.

En todo caso, “no debemos cerrarnos, es posible ver alternativas, siempre con asesoramiento del médico veterinario nutricionista”, concluye. (CM)

Comida especial
° Las patologías diagnosticadas en las mascotas, además de ser tratadas con medicamento, requieren de una alimentación especial.

En el mercado hay comida balanceada para los animales que tienen problemas renales, cardíacos, urogenitales, diabéticos, tiroides, obesos, geriátricos y otras afecciones.

Los productos que contribuyen a tratar cada patología, son diferentes. Algunos son bajos en sal, en grasa, otros son más digestibles. “Son dietas medicadas que ayudan al paciente”, aduce el veterinario Santiago Prado.

Este tipo de atención y cuidados ha hecho que el promedio de vida de las mascotas haya aumentado a por los menos 17 años en las razas grandes, y unos años más en las razas pequeñas.

La tendencia de las dietas crudas para mascotas, que tenían como ingrediente principal a los huesos, no dio resultado en los países europeos, donde inició a finales de los 80 e inicios de los 90.

Causaron complicaciones en la salud de los animales, dañando las encías, los dientes, el tracto digestivo. Entonces, las fueron dejando de lado, señala Eduardo Aragón, veterinario nutricionista, decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Central (UCE).

Más tarde, ese concepto se orientó a otro tipo de regímenes con carne cruda, que requieren de mayores cuidados; se denomina dieta Barf.

“Lo crudo puede ser un problema, sobre todo si no se conoce el origen del alimento, porque puede transmitir parásitos y patógenos”, menciona.

De acuerdo con Santiago Prado, director de la Clínica Veterinaria de la Universidad de las Américas (UDLA), esta propuesta en Ecuador, que es promocionada “desde hace algún tiempo”, no está muy bien dirigida, debido a la escasez de especialistas en nutrición animal; y quienes la ofertan, no son expertos.

Aún hay deficiencias
Para Prado, este tipio de alimentación debe ser individualizada, para que cubra los requerimientos de cada mascota, dependiendo de la raza, el tamaño, la edad e incluso las patologías que enfrente.

Si alguien desea un cambio de nutrición para su ‘mimado’, lo más conveniente es que se asesore adecuadamente y conozca los pros y los contras de cada opción alimenticia.

En el país hay algunos inconvenientes. La materia prima que se escoge para la ‘Barf’ , generalmente, no es la adecuada; y el manejo y la conservación de los productos que se los oferta congelados no son los apropiados. Esto puede dar paso a una contaminación del alimento y causar diarreas o afecciones intestinales, agrega el experto.

Bienestar animal
Una nutrición que apunte a una buena salud y a la longevidad del animal, debe reunir porcentajes adecuados de proteína (carnes), carbohidratos (arroz, maíz, trigo, cebada, camote y zanahoria blanca), lípidos (aceite vegetal o animal), agua, vitaminas y minerales, explica el docente de la UCE. En la dieta Braf –dice Prado- los dos últimos ingredientes, que se los obtiene de los vegetales crudos, se tornarán un tanto difícil de proporcionar en los porcentajes requeridos. Deberían comer en grandes cantidades.

Ante la ausencia de cualquiera de estos componentes, la nutrición no es equilibrada, ni completa y puede ocasionar problemas en el desarrollo muscular, óseo y causar alguna patología, enfatiza.

En todo caso, “no debemos cerrarnos, es posible ver alternativas, siempre con asesoramiento del médico veterinario nutricionista”, concluye. (CM)

Comida especial
° Las patologías diagnosticadas en las mascotas, además de ser tratadas con medicamento, requieren de una alimentación especial.

En el mercado hay comida balanceada para los animales que tienen problemas renales, cardíacos, urogenitales, diabéticos, tiroides, obesos, geriátricos y otras afecciones.

Los productos que contribuyen a tratar cada patología, son diferentes. Algunos son bajos en sal, en grasa, otros son más digestibles. “Son dietas medicadas que ayudan al paciente”, aduce el veterinario Santiago Prado.

Este tipo de atención y cuidados ha hecho que el promedio de vida de las mascotas haya aumentado a por los menos 17 años en las razas grandes, y unos años más en las razas pequeñas.