¿‘Rafa’ se colgó o lo colgaron?

Detenido. Tres años de cárcel llevaba Rafael en la Regional Guayas. Su familia está convencida de que no se ahorcó sino que lo ahorcaron.
Detenido. Tres años de cárcel llevaba Rafael en la Regional Guayas. Su familia está convencida de que no se ahorcó sino que lo ahorcaron.
Detenido. Tres años de cárcel llevaba Rafael en la Regional Guayas. Su familia está convencida de que no se ahorcó sino que lo ahorcaron.
Detenido. Tres años de cárcel llevaba Rafael en la Regional Guayas. Su familia está convencida de que no se ahorcó sino que lo ahorcaron.
Detenido. Tres años de cárcel llevaba Rafael en la Regional Guayas. Su familia está convencida de que no se ahorcó sino que lo ahorcaron.
Detenido. Tres años de cárcel llevaba Rafael en la Regional Guayas. Su familia está convencida de que no se ahorcó sino que lo ahorcaron.
Detenido. Tres años de cárcel llevaba Rafael en la Regional Guayas. Su familia está convencida de que no se ahorcó sino que lo ahorcaron.
Detenido. Tres años de cárcel llevaba Rafael en la Regional Guayas. Su familia está convencida de que no se ahorcó sino que lo ahorcaron.

Redacción QUEVEDO.

Una hora antes de que su cuerpo fuera encontrado colgado de una riel dentro de una de las celdas del pabellón de máxima seguridad especial, en la cárcel Regional Guayas, Rafael Martínez Salazar, había estado dialogando por teléfono celular con uno de sus primos quien habita en Quevedo.

Sin embargo, la señal celular se cortó y perdieron comunicación, lo que era extraño para el familiar de Martínez por lo que de inmediato tuvieron una corazonada de que algo malo
le estaba ocurriendo.

Tras los múltiples intentos de llamadas y la negativa de conectar con su celular, la tarde transcurrió con normalidad y cada uno se dedicó a sus quehaceres pero a las 17:00 del lunes, día de la desgracia, una llamada los sorprendió donde les informaron que había sido encontrado muerto.

Todo apuntaba a un presunto suicidio. Una cuerda atada en su cuello confirmaba lo ocurrido; sin embargo, para sus familiares nada de esas evidencias eran convincentes ya que una semana antes les había contado que estaba feliz porque había probado las dulces mieles del amor entre las rejas de la cárcel.

Y es que allí se había enamorado de una joven con la que pensaba llevar su vida en serio al punto de hacerla independizar y alquilarle un cuarto donde ella estuviera tranquila y lograra esperarlo hasta que él arreglara su situación judicial.

Alexandra Martínez, tía de la víctima, detalló que el joven no se ahorcó y fue enfática al decir que a él lo mataron. “Dentro de las cárceles pasan muchas cosas y los guías se hacen los de la vista gorda”, contó la mujer. Además, recalcó que su sobrino era inocente de lo que se lo acusaba, por lo que estaba tramitando su libertad.

Detalles

‘Rafa’, como le decían a la víctima, es oriundo del cantón Quevedo y habitaba en la calle Brasil del sector Galo Plaza, en la parroquia 24 de Mayo. Fue detenido en el año 2016 implicado en el asesinato del guardia Pascual Segundo Vargas Cáceres, quien hacía custodia de valores en los exteriores de la ferretería Fong, ubicada en la calle Octava de la parroquia
7 de Octubre.

En aquel entonces, el jefe de la Policía, Víctor Hugo Tapia, explicó que dentro de las investigaciones conocieron que alias ‘Rafa’, habría asaltado a la ferretería Fong utilizando unas muletas como distracción, para luego “dispararle al guardia de seguridad de la empresa Tevcol”. Dentro de ese caso también fue aprehendido otro ciudadano a quien lo identificaron como José I., alias ‘Papurris’. La tarde de ayer se tenía prevista la llegada de su cuerpo hasta el sector Galo Plaza en donde se pretendía hacerle una velada. Sobre la fecha de su sepelio aún no se tenía
establecida una fecha.

El hombre, de 24 años de edad, no dejó hijos en la orfandad y hace meses se había graduado de bachiller dentro de los cursos educativos promovidos por el Ministerio de Justicia dentro del Centro de Rehabilitación Social. (MZA)

Redacción QUEVEDO.

Una hora antes de que su cuerpo fuera encontrado colgado de una riel dentro de una de las celdas del pabellón de máxima seguridad especial, en la cárcel Regional Guayas, Rafael Martínez Salazar, había estado dialogando por teléfono celular con uno de sus primos quien habita en Quevedo.

Sin embargo, la señal celular se cortó y perdieron comunicación, lo que era extraño para el familiar de Martínez por lo que de inmediato tuvieron una corazonada de que algo malo
le estaba ocurriendo.

Tras los múltiples intentos de llamadas y la negativa de conectar con su celular, la tarde transcurrió con normalidad y cada uno se dedicó a sus quehaceres pero a las 17:00 del lunes, día de la desgracia, una llamada los sorprendió donde les informaron que había sido encontrado muerto.

Todo apuntaba a un presunto suicidio. Una cuerda atada en su cuello confirmaba lo ocurrido; sin embargo, para sus familiares nada de esas evidencias eran convincentes ya que una semana antes les había contado que estaba feliz porque había probado las dulces mieles del amor entre las rejas de la cárcel.

Y es que allí se había enamorado de una joven con la que pensaba llevar su vida en serio al punto de hacerla independizar y alquilarle un cuarto donde ella estuviera tranquila y lograra esperarlo hasta que él arreglara su situación judicial.

Alexandra Martínez, tía de la víctima, detalló que el joven no se ahorcó y fue enfática al decir que a él lo mataron. “Dentro de las cárceles pasan muchas cosas y los guías se hacen los de la vista gorda”, contó la mujer. Además, recalcó que su sobrino era inocente de lo que se lo acusaba, por lo que estaba tramitando su libertad.

Detalles

‘Rafa’, como le decían a la víctima, es oriundo del cantón Quevedo y habitaba en la calle Brasil del sector Galo Plaza, en la parroquia 24 de Mayo. Fue detenido en el año 2016 implicado en el asesinato del guardia Pascual Segundo Vargas Cáceres, quien hacía custodia de valores en los exteriores de la ferretería Fong, ubicada en la calle Octava de la parroquia
7 de Octubre.

En aquel entonces, el jefe de la Policía, Víctor Hugo Tapia, explicó que dentro de las investigaciones conocieron que alias ‘Rafa’, habría asaltado a la ferretería Fong utilizando unas muletas como distracción, para luego “dispararle al guardia de seguridad de la empresa Tevcol”. Dentro de ese caso también fue aprehendido otro ciudadano a quien lo identificaron como José I., alias ‘Papurris’. La tarde de ayer se tenía prevista la llegada de su cuerpo hasta el sector Galo Plaza en donde se pretendía hacerle una velada. Sobre la fecha de su sepelio aún no se tenía
establecida una fecha.

El hombre, de 24 años de edad, no dejó hijos en la orfandad y hace meses se había graduado de bachiller dentro de los cursos educativos promovidos por el Ministerio de Justicia dentro del Centro de Rehabilitación Social. (MZA)

Redacción QUEVEDO.

Una hora antes de que su cuerpo fuera encontrado colgado de una riel dentro de una de las celdas del pabellón de máxima seguridad especial, en la cárcel Regional Guayas, Rafael Martínez Salazar, había estado dialogando por teléfono celular con uno de sus primos quien habita en Quevedo.

Sin embargo, la señal celular se cortó y perdieron comunicación, lo que era extraño para el familiar de Martínez por lo que de inmediato tuvieron una corazonada de que algo malo
le estaba ocurriendo.

Tras los múltiples intentos de llamadas y la negativa de conectar con su celular, la tarde transcurrió con normalidad y cada uno se dedicó a sus quehaceres pero a las 17:00 del lunes, día de la desgracia, una llamada los sorprendió donde les informaron que había sido encontrado muerto.

Todo apuntaba a un presunto suicidio. Una cuerda atada en su cuello confirmaba lo ocurrido; sin embargo, para sus familiares nada de esas evidencias eran convincentes ya que una semana antes les había contado que estaba feliz porque había probado las dulces mieles del amor entre las rejas de la cárcel.

Y es que allí se había enamorado de una joven con la que pensaba llevar su vida en serio al punto de hacerla independizar y alquilarle un cuarto donde ella estuviera tranquila y lograra esperarlo hasta que él arreglara su situación judicial.

Alexandra Martínez, tía de la víctima, detalló que el joven no se ahorcó y fue enfática al decir que a él lo mataron. “Dentro de las cárceles pasan muchas cosas y los guías se hacen los de la vista gorda”, contó la mujer. Además, recalcó que su sobrino era inocente de lo que se lo acusaba, por lo que estaba tramitando su libertad.

Detalles

‘Rafa’, como le decían a la víctima, es oriundo del cantón Quevedo y habitaba en la calle Brasil del sector Galo Plaza, en la parroquia 24 de Mayo. Fue detenido en el año 2016 implicado en el asesinato del guardia Pascual Segundo Vargas Cáceres, quien hacía custodia de valores en los exteriores de la ferretería Fong, ubicada en la calle Octava de la parroquia
7 de Octubre.

En aquel entonces, el jefe de la Policía, Víctor Hugo Tapia, explicó que dentro de las investigaciones conocieron que alias ‘Rafa’, habría asaltado a la ferretería Fong utilizando unas muletas como distracción, para luego “dispararle al guardia de seguridad de la empresa Tevcol”. Dentro de ese caso también fue aprehendido otro ciudadano a quien lo identificaron como José I., alias ‘Papurris’. La tarde de ayer se tenía prevista la llegada de su cuerpo hasta el sector Galo Plaza en donde se pretendía hacerle una velada. Sobre la fecha de su sepelio aún no se tenía
establecida una fecha.

El hombre, de 24 años de edad, no dejó hijos en la orfandad y hace meses se había graduado de bachiller dentro de los cursos educativos promovidos por el Ministerio de Justicia dentro del Centro de Rehabilitación Social. (MZA)

Redacción QUEVEDO.

Una hora antes de que su cuerpo fuera encontrado colgado de una riel dentro de una de las celdas del pabellón de máxima seguridad especial, en la cárcel Regional Guayas, Rafael Martínez Salazar, había estado dialogando por teléfono celular con uno de sus primos quien habita en Quevedo.

Sin embargo, la señal celular se cortó y perdieron comunicación, lo que era extraño para el familiar de Martínez por lo que de inmediato tuvieron una corazonada de que algo malo
le estaba ocurriendo.

Tras los múltiples intentos de llamadas y la negativa de conectar con su celular, la tarde transcurrió con normalidad y cada uno se dedicó a sus quehaceres pero a las 17:00 del lunes, día de la desgracia, una llamada los sorprendió donde les informaron que había sido encontrado muerto.

Todo apuntaba a un presunto suicidio. Una cuerda atada en su cuello confirmaba lo ocurrido; sin embargo, para sus familiares nada de esas evidencias eran convincentes ya que una semana antes les había contado que estaba feliz porque había probado las dulces mieles del amor entre las rejas de la cárcel.

Y es que allí se había enamorado de una joven con la que pensaba llevar su vida en serio al punto de hacerla independizar y alquilarle un cuarto donde ella estuviera tranquila y lograra esperarlo hasta que él arreglara su situación judicial.

Alexandra Martínez, tía de la víctima, detalló que el joven no se ahorcó y fue enfática al decir que a él lo mataron. “Dentro de las cárceles pasan muchas cosas y los guías se hacen los de la vista gorda”, contó la mujer. Además, recalcó que su sobrino era inocente de lo que se lo acusaba, por lo que estaba tramitando su libertad.

Detalles

‘Rafa’, como le decían a la víctima, es oriundo del cantón Quevedo y habitaba en la calle Brasil del sector Galo Plaza, en la parroquia 24 de Mayo. Fue detenido en el año 2016 implicado en el asesinato del guardia Pascual Segundo Vargas Cáceres, quien hacía custodia de valores en los exteriores de la ferretería Fong, ubicada en la calle Octava de la parroquia
7 de Octubre.

En aquel entonces, el jefe de la Policía, Víctor Hugo Tapia, explicó que dentro de las investigaciones conocieron que alias ‘Rafa’, habría asaltado a la ferretería Fong utilizando unas muletas como distracción, para luego “dispararle al guardia de seguridad de la empresa Tevcol”. Dentro de ese caso también fue aprehendido otro ciudadano a quien lo identificaron como José I., alias ‘Papurris’. La tarde de ayer se tenía prevista la llegada de su cuerpo hasta el sector Galo Plaza en donde se pretendía hacerle una velada. Sobre la fecha de su sepelio aún no se tenía
establecida una fecha.

El hombre, de 24 años de edad, no dejó hijos en la orfandad y hace meses se había graduado de bachiller dentro de los cursos educativos promovidos por el Ministerio de Justicia dentro del Centro de Rehabilitación Social. (MZA)