Redacción QUEVEDO
Indignación e impotencia se podía reflejar en las miradas de las personas que conforman las aproximadante 20 familias que fueron desalojadas ayer en los terrenos municipales que se ubican al lado y atrás del camal de la ciudad.
No hubo pugna con los policías municipales, sólo reclamos de las personas que justificaban su accionar por ser de bajos recursos económicos y no poder costear una vivienda.
María Angélica Peñafiel había levantado su casucha hace tres meses, tanto que incluso ha trasladado casi todos sus enseres para convivir con sus cinco hijos. Ella reclamaba la falta de apoyo del Gobierno Municipal.
“Muchas personas estamos aquí porque necesitamos, somos madres solteras. Me dieron un tiempo para que saque mis cosas, pero de aquí no tengo a dónde acudir”, comentó la mujer.
Álvaro Chonillo manifestó que tendría que ir a vivir “bajo el puente” y “que no le queda de otra”. Él es albañil y comenta que poco le alcanza para poder comprar una vivienda, por tal motivo se vio en la necesidad de “invadir”.
“Ni si quiera dan unos días, vienen y desbaratan”, comentó el joven un poco molesto.
Lo mismo le ocurre a Carlos Arcentales, quien vive con su madre. “Que el Alcalde se ponga la mano en el corazón y cumpla lo que prometió. Dijo que nos iba a ayudar con viviendas pero veo que solo apoyan a los que tienen… ¿y nosotros?”, preguntó.
El comisario municipal de Construcción, Ángel Segarra, por el contrario, indicó que previamente ya se había anunciado a las personas que desalojen el sitio. “Estamos cumpliendo con una Ordenanza que no permite las invasiones, asentamientos ilegales, sólo estamos prevaleciendo la ley”, indicó.
Añadió que se notificará a las concejalas de la Comisión de Vivienda, Paola Baratau, Ingrid Mora y Karina Miranda, para que traten el tema en la próxima sesión de Concejo. (EHL)