El artista babahoyense Edwin Zúñiga ha llevado sus exposiciones pictóricas por América, Europa y hasta África.
Redacción BABAHOYO
Cuando apenas tenía 5 años, edad en la que por lo general todo niño suele pensar en no hacer otra cosa más que jugar y divertirse, Edwin Zúñiga, en cambio, descubrió su pasión por el arte plástica y la pintura.
Si bien este arte proviene de familia, cuenta que sintió una fuerte atracción por esta habilidad, cuando observaba a su tío, Alfonso Torres Alarcón, diseñar por medio de la pintura, varios de los escudos que hoy representan a distintos cantones de la provincia de Los Ríos.
Recuerdo que inició a pintar con acuarelas, pinceles, y sobre cartulina plasmó su primera pintura que fue la Balsa Blanca, la cual estaba en todo su esplendor.
“Sin embargo, no sabía que estaba siendo observado por Luis Chacón, que en ese entonces era el presidente de la Casa de la Cultura de Los Ríos, quien se asombró por la habilidad de un niño de apenas 7 años. Desde entonces empezó mi futuro artístico”, relató.
Una bendición
A pesar de la enfermedad que lo marcó desde su nacimiento, el artista babahoyense nunca vio la poliomielitis como una dificultad, sino más bien como una bendición.
Explica que fue una bendición, porque le dio la fortaleza para hacer una ruta de vida, marcando su destreza estudiantil y laboral, al mismo tiempo que le ha permitido tener una vida productiva para ser un hombre positivo.
“La poliomielitis no fue un obstáculo porque gracias a ello pude descubrir este talento que me llena mucho y, me ha permitido llegar a tantos rincones, no solo del Ecuador, sino de distintos países”, refirió.
Trayectoria
Una vez que aprendió las técnicas del arte plástica, empezó a crear obras inspiradas en la naturaleza y la belleza de la mujer, sin detenerse hasta el día de hoy. Por ello, menciona que, a sus 71 años, habría creado más de 1.000 cuadros, los cuales se encuentran en diferentes países del mundo.
“En cada pintura demuestro la madurez y el dominio de la interpretación artística, la destreza para el dibujo y la armonía cromática”, comentó.
En uno de sus muchos viajes al exterior, donde ha realizado exposiciones de sus pinturas, recuerda como una de sus mejores anécdotas algo que le ocurrió en Medellín – Colombia.
“Estaba en un parque y tenía gente a mi alrededor, mirando lo rápido que pintaba caritas de payasos en cartulina para niños, así como jarrones con flores sobre lienzo para los enamorados. De pronto llegó una pareja y el caballero me pidió que le pinte un jarrón para su chica. Pero mientras cumplía con el pedido, aparece una mujer y me vota todas mis pinturas, porque había resultado ser la verdadera mujer del cliente”, cuenta entre risas.
Agrega que luego se vio encerrado de policías, que se llevaron detenida a la autora de los daños y a la pareja. “Yo estaba preocupado por los daños, pero los mismos policías me recomendaron que pidiera una cifra elevada por los daños, así que pedí 3 mil dólares porque yo no manejaba pesos (moneda colombiana), así que tuvieron que pagarme y así recuperé más de lo perdido”, contó.
En la actualidad Zúñiga continúa realizando pinturas en su taller ubicado en la avenida 10 de Agosto y Mejía, complaciendo a las personas que los buscan para que los complazca con alguna obra en especial. Además, se mantiene activo en las exposiciones pictóricas. (KMV)
Trayectoria
Desde joven trabajó en un periódico llamado ‘El Fuete Histórico’, desempeñándose como editorialista, y caricaturista. También obtuvo un nombramiento como Secretario de la Dirección de Educación de Los Ríos.
Junto al ilustre Rigail Marcial impulsaron la creación de la Unidad Educativa Estrada Coello, del cual fue rector. Además, contribuyó a la creación de la Universidad Técnica de Babahoyo.
Como pintor de artes plásticas, ha recorrido casi toda América Latina y gran parte del Caribe, participando en eventos internacionales. Su pintura también ha sido apreciada en Europa y África.