Lo despidieron con música y recuerdos

Dolor. Los familiares del hombre creen que no murió ahogado sino que lo mataron.
Dolor. Los familiares del hombre creen que no murió ahogado sino que lo mataron.

Redacciòn QUEVEDO

72 horas después de que el cuerpo de Víctor Stalin Bazurto Cervantes flotara en las aguas del río Quevedo, a la altura de la Ruta del Río, sus familiares lo despidieron cumpliéndole sus últimos deseos.

Sobre el ataúd fueron colocados una botella de plástico con ‘guanchaca’, que era su licor preferido; una camiseta de Emelec y un teléfono celular desde sonaban sus bachatas favoritas.

Un poco más abajo sus hermanas le habían ubicado su amada bicicleta. “Aquella que conservaba desde su juventud y que lo llevaba a todos lados”, dijeron.

Todo aquello era un pedido que les había hecho en algunas de esas largas conversaciones que mantenían como familia; sin imaginarse si quiera que la muerte le arrebatara la vida a los 32 años.

Dolor

Ya un poco más tranquilo, Víctor Bazurto, padre del occiso, explicó que tras hacerle la autopsia le confirmaron que su deceso sí se debió a una asfixia por sumersión, “es decir que efectivamente murió ahogado”.

Sin embargo, su corazón le sigue diciendo que su hijo no murió como le cuentan, sino que teme que alguien lo golpeó y lo lanzó al afluente.

“He averiguado por los lugares donde él frecuentaba y me han dicho que nadie sabe nada pero uno de sus amigos dice que lo vio cuando lo sacaron del agua y pudo notar que tenía las manos amarradas y la cabeza embalada, pero los forenses me dicen que no tenía huellas de violencia”, reveló ‘don Bazurto’.

Aún con la duda de qué pudo haber ocurrido, los familiares del hombre llevaron su cuerpo hasta el cantón Urdaneta en donde iba a ser sepultado ya que su cuerpo presentaba un avanzado estado de descomposición. (MZA)