Mujer al volante, lucha constante

EXPERIENCIA. Junto a su sobrino consentido, al momento de emprender un nuevo reto en el transporte urbano.
EXPERIENCIA. Junto a su sobrino consentido, al momento de emprender un nuevo reto en el transporte urbano.

Carmen Tomalá señala que ser mujer en el trasporte urbano es una lucha constante. Ella desafía los prejuicios de una ciudad tradicionalista.

Redacción QUEVEDO.

Carmen Tomalá nació en Quevedo en el año 1969, un 25 de septiembre. Es la quinta de hija de seis hermanos. Su padre era oriundo de la provincia de Cotopaxi y su madre de El Oro.

Ella recuerda que su infancia hermosa, llena de cariño y calor de hogar de una familia unida. Lamenta que su padre haya muerto cuando ella muy joven aún, habría cumplido recientemente su mayoría de edad.

Ella considera que su familia es su pilar fundamental. Y es que aunque no tuvo hijos, sus sobrinos ocupan un lugar muy especial en su corazón, en especial el pequeño Joffre.

Su madre, un ejemplo de vida

Tomalá resalta la labor incasable de su madre de sacarlos adelante y que nada les faltara. Mientras estudiaban en el colegio, ella les incentivaba en sacar la licencia profesional “Mi madre tenía la costumbre de decir. ‘Yo no tengo carro, pero algún día ustedes van necesitar el permiso para conducir’, por eso mis hermanos y yo tenemos la licencia”, expresó Tomalá.

Comenta que la lección que más destaca es la valentía de no rendirse ante las adversidades. Aprendió que nada era fácil y que del cielo lo único que cae es agua cuando llueve. “Mi madre fue una mujer luchadora que inició desde abajo y siempre nos inculco que debemos salir adelante, ella nos dio todo”, recuerda.

Algo pendiente

Estudió en la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) la carrera de Ingeniería en Sistemas. Sin embargo, su mamá enfermó, motivo por el cual suspendió sus estudios, con el ánimo de terminar en la brevedad posible.

Hace memoria que cuando compró un furgón en el año 2005, trabajaba con una compañía de electrodomésticos, donde transportaba aparatos de línea blanca a distintas ciudades del país. Comenta que durante esos años como transportista vivió momentos muy gratos, pues era respetada y querida por sus compañeros de oficio.

Vendió su vehículo porque debido a los viajes pasaba poco tiempo con su mamá. Pensó que al igual que en el trabajo anterior sería una experiencia agradable, es así que emprendiendo el nuevo reto de adquirir el bus de trasporte urbano.

Lastimosamente, al iniciar el cambio la diferencia fue drástica, según lo manifestó. “Me estrellé cuando inicié conduciendo mi bus, desde allí recibí ofensas, tratos machistas. Ser mujer en el trasporte urbano es una lucha constante”, indicó.

Malas experiencias

Revela que ha recibido malos tratos, de parte de hombres y mujeres, quienes le han dicho que estar tras el volante es solo de mujeres ‘machonas’, que las damas deben estar en la cocina y asegura que ese tipo de agresiones verbales las vive a diario. “A veces he pensado vender mi vehículo e irme a vivir a Quito”, confiesa.

Asegura que fue víctima de discriminación en redes sociales, ya que un joven alguna vez, le tomó una fotografía que posteó en redes sociales, haciendo comentarios denigrantes hacia su persona.

La labor diaria de cualquier transportista esta asechado por el peligro constante, y ella no ha sido la excepción, pues le han robado en dos ocasiones, en una de ellas fue herida por un cuchillo.

Lo positivo

Carmen destaca que no todo ha sido negativo, pues también ha sido testigo de buenas acciones y ha encontrado en su camino personas de buen corazón. “En mi experiencia cotidiana, he visto las ganas y deseos de superación de muchas personas que en un inicio subían a la unidad a pedir ayuda, pero poco después han encontrado una oportunidad y la han sabido aprovechar”.

Resalta, que al igual que ella hay muchas mujeres que destacan en profesiones que históricamente han sido considera de hombres, pero a presar que no es fácil demuestran sus capacidades, entrega y sacrificio. (PPC)

FAMILIA. Son el pilar de su vida, ellos son quienes están presentes en todo, según comenta.
FAMILIA. Son el pilar de su vida, ellos son quienes están presentes en todo, según comenta.