Para Kleber Bustillo, ser chofer es una gran responsabilidad, ya que tiene que cubrir extensas horas de trabajo.
Cuando recibió su licencia no podía contener la emoción, apenas tenía 18 años y desde temprana edad supo que su profesión sería estar frente al volante. Kleber Bustillo Naura, ahora tiene 38 años y 21 en esta intachable labor.
Hoy, celebrará su Día Clásico como siempre lo ha hecho, laborando, con la misma responsabilidad que tiene al conducir, puesto que en él está la seguridad y la vida de sus clientes, los cuales manifiesta: “Siempre tienen la razón”.
¿Cuándo inició esta carrera?
Bueno, antes no había muchos controles y podías conducir sin licencia. Cuando tenía 17 años comencé a laborar en un camioncito con un señor un poco anciano. Él me daba ‘cocachos’ (ríe) y era muy estricto por eso aprendí a conducir bien.
¿Cuál fue su primer trabajo con licencia?
Saqué la licencia a los 18 años emocionado porque siempre quiera ser chofer; inicié en carros pesados, camiones, mulas, tráiler (…) hacía viajes a varias partes del país transportando productos como piña hasta el puerto de Machala y Guayaquil.
¿Cómo fue su experiencia en ese rato?
Gracias a Dios nunca tuve novedad. Primero manejaba un Ford del 65 de un señor que se llama Jorge Tirado. Esta etapa me enseñó a trabajar duro desde muy joven y así he aprendido hasta ahora, a más del entusiasmo mío.
¿Cómo así ingresó a Transportes ‘Valencia’?
Porque me quedé sin empleo y mi papá trabajaba en esta cooperativa por 39 años. Entonces él me dijo que entregara una carpeta, me calificaron y me dijeron que manejaba bien, pasé la prueba. Llevo 10 años sirviendo en este lugar.
¿Cómo son sus días de trabajo como chofer?
Difícil, muy difícil, a veces uno se levanta de turno de 2:30 o 1:00 y llegas a las 22:00 recién a acostarte. Incluso hay meses que se trabaja de corrido, pero se tiene que laborar porque uno necesita mantener a la familia.
¿Qué no olvidaría de su trabajo?
Eso. Mis horas de trabajo… recuerdo que una vez dañado en la vía tuve que quedarme en el interior del vehículo y los mosquitos me picaban mucho y no me dejaban dormir (ríe). A veces se duerme en el carro, antes uno dormía en el muelle con lodo, mosquitos, maleza, ahora está adoquinado hasta con baño.
¿Qué puede decir de sus clientes?
Para este trabajo hay que tener mucha paciencia. Yo he dicho que el cliente siempre tiene la razón y siempre la va a tener, cuido a mis clientes y cuido mi trabajo para hacer quedar bien a la empresa.
¿Qué recomendación puede dar por el Día del Chofer?
A mis compañeros al volante que conduzcan con responsabilidad, en un accidente siempre hay tres personas, los que ocasionan, y el tercero el que lo puede evitar. Hay que dejar ese malgenio y poner atención a lo que se está haciendo y no rebasar. (EHL)
Todas las mañanas
Kleber comenta que antes de viajar a cualquier parte le pide a Dios que lo ilumine y cuide a sus pasajeros y a él. “Dios dice cuídate que yo te cuidaré, y eso hago”, dijo.
CIFRA
21 AÑOS tiene Kleber frente al volante.
TOME NOTA
Sus rutas son de Quevedo – Guayaquil; Guayaquil-Quevedo; Quevedo- Valencia y frecuencias a Santo Domingo y Quito.
