Los ‘Reds’ lideran a expensas del Manchester City, que tiene pendiente el partido ante el Manchester United.
Redacción LONDRES
EFE
Un penalti transformado por James Milner, a nueve minutos del final, proporcionó la victoria en Craven Cottage al Liverpool (1-2), que le sitúa como líder de la Premier a expensas del Manchester City, que tiene pendiente el partido ante el Manchester United. El conjunto de Jurgen Klopp completó una semana redonda.
Tras su clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones después de eliminar el miércoles al Bayern Múnich asaltó el primer puesto de la tabla inglesa con el triunfo ante el Fulham.
El Liverpool rentabilizó los errores de su rival. El cuadro londinense, penúltimo en la tabla, en puesto de descenso, afronta con excesiva tensión sus encuentros. Sin embargo, reaccionó bien a pesar de encontrarse con el marcador en contra a los veinticinco minutos, cuando una internada por la izquierda de Roberto Firmino fue aprovechada con un remate certero del senegalés Sadio Mané,que batió al español Sergio Rico.
El conjunto de Klopp no cerró el partido a pesar de su dominio y de las dudas de su rival. Así, el holandés Ryan Babel aprovechó una indecisión de Van Dijk y el meta Alisson para dar el empate al Fulham en el 74.
La esperanza le duró seis minutos a los locales. Un error de Sergio Rico, que agarró dentro del área a un atacante red, propició el penalti que transformó James Milner para sellar el triunfo del Liverpool. El conjunto de Jurgen Klopp aventaja en dos puntos al Manchester City, que tiene pendiente su partido de la trigésima primera jornada, contra el Manchester United, por su compromiso en la Copa de Inglaterra.
El Everton acentúa la crisis del Chelsea
El Everton acentuó la crisis del Chelsea tras vencer en Goodison Park (2-0) en el encuentro que completó la trigésima primera jornada de la Premier, que elevó al Liverpool como líder a expensas del Manchester City, que tiene pendiente su encuentro ante el United. Los goles del brasileño Richarlison y del islandés Gylfi Sigurdsson enmendaron la situación de los ‘toffees’ a costa de la languidez del cuadro de Mauricio Sarri, cada vez más distanciado de los primeros puestos.