‘Higuita’ hace fuerzas por el ‘Quevedito’

ENTRENADOR. Guillermo Jaramillo actualmente es adiestrador de la escuela de fútbol de la UTEQ.
ENTRENADOR. Guillermo Jaramillo actualmente es adiestrador de la escuela de fútbol de la UTEQ.
EQUIPO. ‘Higuita’, en Deportivo Quevedo de 1991.
EQUIPO. ‘Higuita’, en Deportivo Quevedo de 1991.
EXFUTBOLISTA. Asegura que una de sus mejores épocas fue jugando con Deportivo Quevedo.
EXFUTBOLISTA. Asegura que una de sus mejores épocas fue jugando con Deportivo Quevedo.
PASO. Junto a Santa Rita, donde jugó por la Serie B.
PASO. Junto a Santa Rita, donde jugó por la Serie B.

QUEVEDO

Guillermo Bartolo Jaramilo Olivo es conocido como el ‘Higuita’ quevedeño. Y es que es mucho su parecido con el exjugador profesional colombiano René Higuita, autor del célebre ‘escorpión’.

Actualmente tiene 53 años. Jugó en Patria de Buena Fe, Corinthians, Deportivo Quevedo, Santos de El Guabo (El Oro), Santa Rita y el extinto equipo de la Liga Universitaria de Quevedo.

Actualmente es entrenador de la escuela de fútbol de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo y aunque desde hace unos 20 años no juega al fútbol profesional, aún está vinculado a este deporte, por lo que suele jugar en equipos de fútbol amateur y barriales. Sus anécdotas, hoy las cuenta para los lectores de Diario La Hora:

¿Por qué le comparan con René Higuita?

Desde que empecé a jugar el fútbol profesional, allá por 1985, los periodistas deportivos de la ciudad empezaron a llamarme ‘Higuita’. Ya era conocido el jugador colombiano, pero les juro que yo jamás intenté imitarlo.

Toda mi vida yo entrené para ser arquero. Me inicié en un equipo barrial aquí en Quevedo. Se llamaba River Norte. Allí fue mi punto de partida para jugar en equipos barriales. Me inicié profesionalmente en 1986 jugando con el Patria de Buena Fe, en el campeonato de Segunda Categoría.

¿Y el particular look?

Siempre usé mi melena de churos. No estaba inspirado en nadie más, solo quería ser el guardameta Jaramillo, pero me fui acostumbrando a que me llamen ‘Higuita’.

Estuve también por el San Camilo, por el Corinthians FC, por el Deportivo Quevedo, luego en Santa Rita, en Santos FC de El Guabo (El Oro). Además jugué por Aucas, Macará y tuve un breve paso por el Emelec, pero allí no tuve suerte.

Aparte de la parte física, mucha gente me decía que tenía las cualidades de René Higuita. Yo la verdad no lo conocía, después me puse a investigar y supe que era colombiano y era un hombre como diríamos popularmente ‘mil respetos’.

¿Anécdotas en el Deportivo Quevedo?

Jugar para el Deportivo Quevedo fue una etapa gloriosa de mi vida futbolística. Entre las anécdotas que recuerdo, una vez viajábamos a Loja para jugar contra la Liga de Loja. Yo me escondí en el mismo carro, en el último asiento. Los muchachos me buscaban y decían: “Higuita’ no subió, no está en el carro”. Se dieron dos vueltas buscándome y allí estaba yo, luego se dieron cuenta. Es una de las que yo recuerdo siempre.

En otra ocasión, cuando yo jugaba para Santa Rita, viajábamos a Guayaquil para jugar contra Panamá. Iba sentado en el mismo asiento que un jugador argentino de apellido Alonso. Viajábamos en el carro y nos quedamos dormidos.

En eso, este compañero reclama que se le ha perdido el bolso, pero se habían escondido. Como yo iba a su lado, él me reclamaba que yo se lo había cogido, pero sus pertenencias estaban allí mismo, entre nosotros. Sin embargo, lo que me llamó la atención es que estaba asustado, no sé qué llevaba allí, pero nadie quería apropiarse de algo, era solo por molestarlo.

¿Sus deseos para el club?

Estuve por Deportivo Quevedo en 1991 y 1996. Los años han pasado y lamentablemente el Deportivo Quevedo cayó a Segunda Categoría. Ahora que el equipo está peleando por el ascenso, mi anhelo es que ascienda en su categoría y se mantenga al menos en la Serie B.

Aún nada está dicho, el Quevedo es un equipo que juega bien dentro y fuera de casa. Para mí, si algo está seguro, es que el equipo va estar en la ‘división de plata’ el próximo año.

¿Cómo califica su paso por el club?

El paso que tuve por el equipo fue muy bonito porque conocí a muchos amigos. Me di cuenta que el ‘Quevedito’ también tiene su hinchada a donde quiera que va.

Yo me retiré del fútbol a los 33 años, temprano todavía. Ya han pasado 20 años. En ese entonces me dediqué más a mi familia, porque me hice además de compromiso. Tengo a mi esposa, Karina y mis dos hijos: Kevin y Jostin.

Sin embargo, aunque no de forma profesional sigo jugando al fútbol en campeonatos amateurs y barriales. Ahora estoy jugando en un torneo de fútbol que se está desarrollando en Pichincha (Manabí).

¿A qué se dedica ahora?

Soy un formador de fútbol. Mis últimos pasos en el fútbol profesional los di jugando con el equipo de la Liga Deportiva Universitaria de Quevedo, que era de la UTEQ.

En esta institución es donde actualmente laboro y me encuentro entrenando con los chicos. Buscamos salir a jugar contra otras universidades. Las autoridades de la UTEQ buscan que nos entreguemos más.

Uno, como exfutbolista, siempre tiene el deseo de seguir formando chicos. Hay chicos que han destacado y han salido a otros equipos. Eso me llena de mucha satisfacción.

¿Un mensaje a la juventud?

Mi mensaje a los jóvenes es que nunca dejen de practicar el deporte. Anteriormente no existían las escuelas de fútbol. A los 14 o 15 años teníamos que ‘matarnos’ con los chicos de 20 y 23 años.

Ahora, como hay muchas más opciones para aprender a jugar este lindo deporte, les digo a la juventud que lo practiquen y no descuiden los estudios, porque sí se pueden compartir los estudios con el deporte.

¿Qué le dice a la hinchada ‘rojiazul’?

A los aficionados del Deportivo Quevedo, les digo que quienes jugamos al fútbol sabemos que si vas a un campo de juego, el anhelo es ver un estadio lleno. Les pido a la gente, que por favor vayan al estadio para que los chicos vean el estadio lleno y se motiven más. (JVV)

CIFRA

53 AÑOS tiene actualmente Guillermo Olivo, quien jugó en Deportivo Quevedo.