Redacciòn QUEVEDO.
Alrededor de 300 familias se llevaron ayer un recuerdo a su casa luego de haber compartido enseñanzas tras un congreso de tres días que se desarrolló en el Centro Cristiano Restauración (CCR) de Quevedo. Se trató de una piedra de color blanco con el eslogan: ‘Mi casa y yo serviremos al señor’.
Olga Castro dijo que no dudará en poner en práctica los consejos que le dieron para fortalecer su vínculo familiar. “A veces pensamos que ya todo está perdido en la familia, pero nos damos cuenta que Dios puede hacer grandes cosas en nuestras vidas”, detalló la mujer.
El tiempo fue especial para los asistentes, quienes tuvieron como expositores a los extranjeros Amarilis Rivera y su esposo Armando Allen, quienes llegaron desde Miami.
Rivera compartió con las mujeres sobre cómo superar problemas familiares y cómo mejorar los hábitos de vida en el hogar.
Por su parte, Allen se dirigió a los varones de la iglesia indicándoles que “el matrimonio es una bendición que se debe cuidar constantemente bajo las enseñanzas del creador”. “La piedra no es un amuleto, ni tampoco un objeto de adoración, sino más bien es para que el pueblo quevedeño entienda el propósito de Dios en sus vidas”, puntualizó Allen.
La líder del CCR, Amara de Benites, expresó que una de las cosas que caracteriza al centro restauración es la preparación de las personas que asisten y espera que las familias se mantengan unidas y es por eso que están constantemente capacitándolas. (LRU)