San Cristóbal, el ‘Patrono de los Viajeros’

DEVOCIÓN. En la iglesia católica de San Camilo acuden muchos fieles a elevar plegarias a San Cristóbal.
DEVOCIÓN. En la iglesia católica de San Camilo acuden muchos fieles a elevar plegarias a San Cristóbal.

Don Pedro Rivera es un devoto fiel a San Cristóbal. Indica que siempre se encomienda a él cada vez que sale de casa, especialmente cuando de viajar de trata.

“Yo sé que San Cristóbal me guarda en el camino. Ahora si uno ve o lee las noticias se da cuenta que hay muchas desgracias en las carreteras, pero gracias a Dios a mí nunca me ha pasado nada”, expresó el hombre de 52 años, quien a diario se moviliza en un auto para el sustento de su familia. Es taxista informal.

La devoción hacia el ‘Patrono de los Viajeros’, como se conoce a San Cristóbal, es una característica de los habitantes de la parroquia San Camilo del cantón Quevedo, que profesan la religión católica.

Más devotos

Maritza Véliz es otra de las sancamileñas que dice ser devota fiel a San Cristóbal y que también suele encomendarse junto a su estampita.

“Como persona sé que no soy perfecta, pero este santito nos protege cada vez que salimos de viaje, y no sólo eso también es un intermediario ante Dios, que me escuche mis plegarias”, dijo la señora.

“San Cristóbal y su historia es un ejemplo de servicio a la humanidad. Sé que él fue un siervo de Dios y que buscó por todos los medios servirle”, expresó Fabiola Quintana, moradora de la parroquia. (JVV)

La peculiar historia
de San Cristóbal

Su nombre real como cristiano era Cristóbal de Licia. Históricamente se lo ha descrito como un gigante cananeo que sobre sus hombros ayudaba a los viajeros a cruzar un río muy peligroso, tras su conversión al cristianismo.

Se afirma que en una ocasión, ayudó a un niño a pasar al otro lado del río; pero se sorprendió por el peso del infante. Sin embargo, éste le explicó que se debía a que llevaba sobre su espalda los pecados del mundo, tras lo cual bautizó al gigante y le encomendó la prédica. Se trataba del Niño Jesús.

Por ello, el nombre de Cristóbal, que significa ‘portador de Cristo’ le vendría de esta hazaña. La leyenda, considerada apócrifa desde tiempos antiguos, continúa siendo popular, pese a que en 1969 El Vaticano oficialmente la proclamase no canónica.

En la tradición ortodoxa, la leyenda describe a Cristóbal como un bárbaro de singular tamaño, proveniente de una tribu bereber, que fue ejecutado bajo el emperador Decio por predicar la fe cristiana, tras haber realizado numerosos milagros.