Cuidado con equivocarse

Mariana Velasco

Los del ‘Sí’ y los del ‘No’ parecen subestimar a los indecisos previo a la consulta popular del 4 de febrero. El expresidente como representante del ‘No’ y del otro lado, mandan mensajes que confunden al tener un coro de voceros. Los morenistas parecen pensar que disponen de capital político necesario para ideológicamente maniobrar sin afectar su piso o techo de credibilidad y popularidad necesarias para ganar la consulta.

Si el Gobierno, a través de este ejercicio democrático que cuesta $48’296.250, busca a partir del 5 de febrero dar viabilidad y justificar su elección para dar un giro de timón en lo económico y político, debe presentar mensajes claros a los 13’ 072.108 de electores, quienes buscan diálogo, más democracia, libertad de expresión, lucha contra la corrupción y sepultar al autoritarismo. Quieren menos discurso político.

Hay que entender la democracia para no confundirla con el espejismo del sufragio ni con un discurso de tolerancia. La democracia, el poder del pueblo, implica que entendamos las propuestas para escogerlas a través del voto y vigilar que se cumplan. Lo antidemocrático sería no hacerlo, así el sufragio se decore con diálogos.

Hay incógnitas que milimétricamente deben ser ponderadas para no otorgar una sorprendente victoria en por lo menos una de las siete preguntas a la oposición y así otorgar mayor rédito político y vigencia al expresidente por ganar una pregunta, que al presidente Moreno por triunfar en seis.

Escucho por doquier que el ‘Sí’ va a ganar pero se les escapa a los unos y a los otros que el sufragio aún no se cristaliza y no por mucho madrugar, amanece muy temprano. Cuidado con equivocarse si creen que un triunfo en la consulta legitima al presidente para continuar con el programa de Alianza PAIS. Quien nos gobierna debe responder a las expectativas por él generadas y ser coherente entre el discurso y los hechos. Debe definir si atiende al país que lo apoya o sirve a los intereses partidistas.

[email protected]