El barquito del Malecón necesita que lo socorran

PAREDES. Están rayadas por cada espacio al interior de la estructura.
PAREDES. Están rayadas por cada espacio al interior de la estructura.

BABAHOYO.

Pese a que está edificado en la tierra, el barquito situado en Malecón de Babahoyo cada día se hunde en la desdicha. Su apariencia externa llama la atención a todo aquel que transita por la avenida 9 de Octubre y calle Bolívar, sin embargo, en su interior la realidad es otra.

Lo primero con lo que se puede encontrar es con lagunas malolientes formadas por la orina de ciudadanos desaprensivos que han tomado este sitio como urinario público.

Y es que las puertas que antes bloqueaban el acceso hacia la parte interna del barco, en horarios no permitidos, ahora permanecen desprendidas de sus sitios y aferradas con oxidados alambres hacia las barandas del Malecón, pues no vaya a ser que a uno de los ‘tipos’ que consumen drogas en las escalinatas del río, se le ocurra llevárselas para abastecerse de ‘material’.

HEDORES. Son producto de ciudadanos que han tomado este sitio como urinario público.
HEDORES. Son producto de ciudadanos que han tomado este sitio como urinario público.

Sentimientos en la tinta

A medida que se va ascendiendo hacia la superficie de la estructura, cada escalón conduce hacia una nueva leyenda de aquellos jóvenes que les faltaron hojas en sus cuadernos para impregnar los profundos sentimientos de ‘amor’ hacia ese ser especial, o para plasmar la fecha de ese día aquel, que con un beso pactaron su noviazgo.

Frases como: ‘te amo Marlito’, ‘gracias por estos cuatro meses’, ‘te amo Yulexi’, ‘Anabella y Díaz’, son las que se pueden leer sobre el concreto del barco.

Otros en cambio hacen uso de sus dotes bilingües y redactan : ‘forever and ever’ (por los siglos de los siglos), ‘I love you’ (te amo) y quien sabe cuántos idiomas más que solo los chicos del estilo urbano pueden entender.

De la tinta del marcador y el líquido del spray, ni los escalones se salvan, mucho menos las puertas, pues en ellas hay fragmentos de canciones que son pintadas como estrategias para pedir perdón o para sellar un ‘amor hasta que la muerte los separe’.

PUERTAS. Han sido desprendidas y están sujetas a las barandas del Malecón.
PUERTAS. Han sido desprendidas y están sujetas a las barandas del Malecón.

Sedienta pileta

Mientras el fotógrafo de este Diario tomaba una gráfica de un corazón atravesado por una flecha, un adulto que pasaba por el sitio sugirió: “Amigo fotógrafo, debería también de tomarle fotos a esas piletas que están cerca del barco, porque ya llevan años sin funcionar”.

Tomando en cuenta el criterio ciudadano, ciertamente las piletas no tenían ni una gota de agua. Este panorama conjunto llena de pena a muchos babahoyenses, quienes desde hace años ya no ven encenderse más las luces del barco, ni mucho menos, moverse el agua en las sedientas piletas. (NDA)