Satisfacen sus fantasías sexuales con desconocidos

J. PAREJAS SWINGERS
La ‘rutina sexual’ se lleva a cabo en moteles u hoteles para evitar complicaciones futuras.

El intercambio de parejas es una práctica sexual que gana adeptos. Quienes los realizan expresan que buscan salir de la rutina.

Por redes sociales o páginas especializadas se promocionan. Lo que buscan es satisfacer sus fantasías más íntimas sin importar que su esposo/a, amante o como se les prefiera llamar tengo sexo con un/a desconocido/a.

Se trata de las parejas swinger (personas que mantienen una relación estable y buscan encuentros con alguien más o incluso con otras parejas).

‘Hola, somos una pareja de Quevedo y buscamos a alguien para pasarlo bien, llámanos al número…’, con ese anuncio se promocionan mediante la red social Twitter, Luis y Karen (nombres protegidos).

En un segundo tuit acompañado de un par de fotografías demasiados explícitas dan a conocer los requisitos que deben cumplir el o los ‘interesados’, entre los que se detallan: ser aseados, discretos y capaces de complacer hasta los más bajos instintos en el acto sexual (modificamos algunas palabras originales del texto).

Más de cien comentarios con imágenes grotescas (la mayoría de miembros viriles) reciben como respuesta, de allí Luis y Karen se encarga de ‘seleccionar’ a quienes les atraen para luego de una videollamada y conocerse algo más concretar la cita, que bien se da en un motel ubicado en la vía a El Empalme o en otro situado a escasos minutos de llegar a Buena Fe.

Luego, cada quien sigue con su vida como si nada ha pasado, la pareja descansa y se prepara hasta un nuevo encuentro.

 Inicios

Karen tiene 28 años de edad, es dueña de una silueta que muchas envidiarían, trabaja en una entidad bancaria particular de Quevedo. Junto a Luis (su actual pareja) conviven desde hace algo más de seis años, confesó que su relación empezó a ser monótona ya que él es guardia de seguridad y siempre llegaba cansado.

Recordó que fue su esposo quien en una ocasión le comentó sobre la posibilidad de experimentar algo nuevo, con alguien más; al principio se molestó, pero con el paso del tiempo la idea no le pareció tan mala.

No fue sino hasta en una noche que se jugaba un Clásico del Astillero que decidieron hacer realidad esa idea que les rondaba desde hacía tiempo.

“Esa noche invitamos a un amigo de mi esposo, hubo comida, alcohol y algo más, yo me empecé a poner cariñosa, muy cariñosa, y a propósito fui al baño, fue allí que mi esposo aprovechó a decirle a nuestro invitado que tenga sexo conmigo, yo ya lo sabía”, refirió Karen.

Así fue como se consumó la primera relación swinger de Karen y Luis; ella, fantaseando en la cama, él, con licor y cigarro en manos mientras disfrutaba de la escena. De ese encuentro también un video que está publicado en la cuenta de ambos.

Desde esa fecha en adelante ese tipo de relaciones se volvió casi que normal para ambos, a tal punto que una o dos veces cada mes lo vuelven a practicar.

“Me gustan esas experiencias, también disfruto ver a mi esposo con otras mujeres, la clave es que luego de cada encuentro seguimos nuestra rutina normal, ya en la casa nadie comenta sobre el tema y hacemos como si nada ha pasado”, indicó.

Sobre las situaciones más raras, expresó que en una ocasión les tocó encontrarse con un joven atlético, entrenador de un gimnasio muy popular en Quevedo y en el momento del acto sexual, no respondió como debía ser e incluso quería ser penetrado por Luis.

También se vieron con una pareja swinger en uno de los moteles antes mencionados, ella resultó ser bisexual y quería acostarse con Karen.

“Ese tipo de cosas no practicamos, yo me acuesto con ellos, mi marido con ellas, en eso sí nos cuidamos, y mucho”, dijo.

Ayuda profesional

Esta preocupación excesiva por impulsos o fantasías es conocida como conducta sexual compulsiva, según señaló Marcos Meza, psicólogo.

El profesional agregó que este tipo de situaciones no se pueden controlar con facilidad, eso conlleva a un estado de angustia y de una u otra manera afecta la salud, el trabajo y otros aspectos cotidianos en la vida normal del o los afectados.

“Este tipo de conducta empeora con el tiempo, por eso es recomendable buscar ayuda profesional de inmediato”, finalizó el profesional. (JO)

Con este tipo de prácticas sexuales se puede contraer enfermedades sexuales u otras patologías de fácil contagio.