La capital riosense sigue mostrando casos de extorsión. Ciudadanos demandan de mayor atención de la Policía y autoridades.
BABAHOYO. Durante el año 2021, la inseguridad fue uno de los principales factores por los que muchos babahoyenses han demandado la atención por parte de las autoridades. Y es que la ciudad no solo se ha visto afectada por casos de sicariatos, robos u otro tipo de delincuencia.
En la capital riosense hay una modalidad delictiva en la que sobresale de otras ciudades: las extorsiones. Los delincuentes exigen fuertes sumas de dinero a los propietarios de inmuebles o negocios a cambio de, supuestamente, “darles seguridad”. También ofrecen no hacerles daño, a cambio de ello.
Según la Policía, las extorsiones provienen desde las cárceles del país. Aseguran haber identificado desde dónde provienen y quienes operan en estos delitos fuera de las cárceles. Sin embargo, no se ha dado con los responsables, o por lo menos con la mayoría.
Lo cierto es que estos delitos se vienen repitiendo de manera constante desde casi siete meses en Babahoyo. En ruedas de prensa, la Policía ha afirmado estar tras la pista de los extorsionadores, pero aún no hay resultados.
Caso recientes
Milton Zapata es uno de los últimos afectados. Habita el sector Cristo del Consuelo de la parroquia Clemente Baquerizo. Cuenta que a través de WhatsApp le exigían la cantidad de 20 mil dólares. Le dieron un plazo de 24 horas, a cambio de no atentar contra su domicilio.
Al no recibir lo que exigían, pocas horas después, un motorizado disparó por reiteradas ocasiones contra el inmueble y emprendió la huida. Las cámaras de seguridad de los negocios cercanos captaron el hecho.
Zapata, quien se desempeña como funcionario público, puso la denuncia en la Fiscalía. En declaraciones a la prensa, exige a las autoridades mayor seguridad, ante la ola de casos similares.
En otro caso, la familia Tapia Carriel, recibió, nuevamente, dos balazos en la ventana de su vivienda, ubicado en las calles Sucre entre Juan X Marcos y Vargas Machuca. El pasado 22 de diciembre vivieron un susto parecido.
Los propietarios indican que no han recibido ningún tipo de amenazas, o mensaje de extorsión por lo que consideran se trataría de una equivocación. Ellos enfatizan que son una familia cristiana, que ahora temen por la vida de sus dos hijas, que tienen miedo salir de casa.
Así actúan los extorsionadores
La Unidad Antisecuestro y Extorsión de la Policía (Unase) advierte que en esta modalidad de extorsión, los sospechosos casi siempre realizan alguna llamada de WhatsApp. Según los investigadores, nunca usan videollamadas o hacen llamadas convencionales.
Ellos pueden identificarse como integrantes de bandas delictivas y hasta de reos. Advierten a sus víctimas que les están vigilando y le ofrecen protección a cambio de dinero, generalmente fuertes sumas.
Un agente de la Unase explicó que, ante la intimidación, acceden a hacer una transferencia bancaria. Para ello, usan cuentas corporativas de emprendedores para sacar mercadería por el valor que pague la víctima. Sin embargo, no todo puede quedar allí, pues por lo general vuelven a pedir más dinero.
Ante esta realidad, la Policía recomienda no contestar llamadas de números desconocidos en la plataforma de mensajería de WhatsApp, peor aún si se trata de números cuyos prefijos corresponden a otros países. En caso de haber recibido la amenaza, se recomienda bloquear el número.
En cuanto a las intimidaciones que se generan en redes sociales, los investigadores advierten en que no se debe creer las amenazas. Recomiendan además bloquear a estos extorsionadores.
No obstante, manifiestan que la información de su víctima la obtienen desde sus propias redes sociales, en especial de Instagram, pues muchas personas incluso comparten su ubicación o actividades. (DLH)