Los zapatos empiezan a ‘brillar’ nuevamente

Los zapatos empiezan a ‘brillar’ nuevamente
ARTESANOS. Con el retorno al trabajo presencial, los limpia botas empiezan a recuperar clientes.

Betuneros se recuperan lentamente después de la pandemia. Ellos permanecen en el lugar desde hace años.

Babahoyo • En tiempos de pandemia, al igual que otros gremios, los betuneros también fueron afectados por no tener clientes. En ese entonces los establecimientos educativos cerraron, también los oficinistas, es decir, no había público que quisiera relucir los zapatos.

Desde las 07:30 hasta las 17:00, en los exteriores de la escuela Isabel la Católica, se apuestan 27 betuneros, de los 37 que hay en toda la ciudad de Babahoyo.

“Ninguno de nosotros sacó un préstamo, porque para ello se debe tener un garante, y dinero con que pagar. Por eso en época de Covid sobrevivimos al hambre y penurias de todo tipo”, expresó Raúl Sánchez, presidente de la asociación de lustra botas ‘Renace la Esperanza’, de la capital fluminense.

Luis Antonio Andrade, con tristeza en la mirada manifestó que nunca habían vivido una situación como las del tiempo de pandemia. Donde no tenían dinero, sólo comía sopa y se acostaba sin merendar, con unos medios ahorros y ayuda de amigos que los suelen visitar el área de trabajo.

Por otro lado, Francisco Arévalo, un adulto mayor de 73 años, tiene discapacidad física en una pierna, por lo que usa muletas, debe acudir obligadamente a trabajar, para poder ganarse unos cuantos dólares, costear sus medicinas y alimentos. Alega que sólo subsistía con el bono de los 50 dólares, y su vez las raciones que entregaba el Municipio y Prefectura, que duraban para unos pocos días.

Antes de la pandemia ganaban de 15 a 20 dólares diarios, en pandemia no se hacía nada, pero hace aproximadamente un mes obtienen ganancias que varía entre los cinco y hasta ocho dólares.

Sobre si se les dañó algunos de sus objetos de trabajos, ellos manifestaron que sí, “las tintas de zapatos, tuvimos que prestar unos ocho dólares para poder comprarlas, puesto a que se abomban cuando no se las usan. Lo demás si nos seguía sirviendo, dijo su representante.

Los zapatos empiezan a ‘brillar’ nuevamente 1

Los artesanos piden ayuda a las autoridades, en cuanto al tema de los servicios básicos de luz y agua, debido a que la preocupación sigue latente, porque adeudan valores retenidos que aún no han podido cancelar, lo poco que ganan les alcanza para medio comer, junto a sus familiares.

El arquitecto, Julio Franco, jefe de Vía pública de la Alcaldía de Babahoyo, mencionó que no se les cobra por el puesto de trabajo, a los artesanos. “Esa es la ayuda que les brinda el Municipio, para que puedan laborar”, informó. (CCV)

Costo
La betunada cuesta 50 centavos de dólar, pero si las personas solicitan acabados y colores, el precio cuesta desde 1.50, hasta 3 dólares.