BABAHOYO. Ayer varios socios de la cooperativa Fluminense suspendieron el servicio de transporte público, generando malestar entre la población.
La situación radica, según los conductores, por una deuda que no han podido cubrir supuestamente, en lo que respecta a multas por minutos y gastos administrativos, por lo que recibieron un comunicado de parte de los directivos, donde informaban que cada semana se paralizarían dos líneas de los buses.
Los profesionales del volante aducen que es injusto que se los sancione de esta manera, justo ahora en tiempo de pandemia, cuando el aforo de personas es menor.
Javier Vargas, socio de la cooperativa, cuenta que todos los días, mediante WhatsApp les llega la información de la ruta y la línea que les toca, sin embargo, ayer no fue así, por su parte, comenta que son 30 personas que deben dichos valores. Vargas, anuncia que irán a instancias legales donde pondrán una denuncia, respecto a este inconveniente. Por otro lado, el Código Orgánico Integral Penal artículo 346, sobre la paralización de un servicio público dice lo siguiente
“La persona que impida, entorpezca o paralice la normal prestación de un servicio público o se resista violentamente al restablecimiento del mismo; o se tome por fuerza un edificio o instalación pública, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años. Hasta el cierre de esta edición no recibimos respuesta de los directivos de la cooperativa. (CCV).