VINCES. En el recinto La Teresita del cantón Vinces habita una fémina que se ha convertido en todo un personaje. Con un pequeño machete, rozando el monte que crece en una parcela se encontraba Tirsa Ronquillo Fajardo. Es una mujer amable, trabajadora y de conversación fluida, pese a que tiene 112 años de vida.
“Si me quedo en la casa me enfermo. Toda la vida he trabajado y lo haré hasta que Dios lo permita”, dijo mientras ‘meneaba’ el machete sobre la hierba. Lamentablemente, hace varios años una de sus hijas, Pompeya de 67 años, sufrió un infarto cerebral. Desde ese entonces ella la cuida.
Según una publicación realizada en la página del Municipio de Vinces, el alcalde Alfonso Montalván, conoció el caso de Tirsa y Pompeya. Por lo que les donó una silla de ruedas, para ayudar a mejorar las condiciones de vida.
“Hemos constatado su vulnerabilidad y vamos a retornar con más ayudas”, indicó Rodrigo Ruiz, director de Gestión Social, quién aseguró que en los próximos días se llegará con ayuda médica y alimentos para ambas. (LRU)
