Redacción Quevedo
VINCES. La tarde de este domingo 4 de abril falleció el cantante riosense Roberto Calero Piedrahíta, mas conocido en el mundo artístico como “El Payador de Vinces”. El rockolero padecía de problemas renales, pese a que fue internado, los médicos no pudieron hacer nada por salvarlo.
Roberto Alfonso Calero Piedrahita ha partido al encuentro con el Divino Creador. Su deceso deja mucha consternación en todos.
Se ha ido el más popular y querido, pero su inigualable voz de seguro seguirá escuchándose en las esquinas, bares, reuniones, galleras, plazas, altoparlantes y medios de comunicación radiales, porque eso fue, un artista que caló en todos los extractos, especialmente en los más populares, aunque reconozco no inclinarme por este género de canciones, pero debo reconocer que ‘El payador de Vinces’ se convirtió en un ídolo para hombres y mujeres de todas las edades.
Cómo no recordarlo por sus músicas pegajosas ‘Bohemio y bacán’, ‘La mandarina’, ‘El mangoneado’, ‘Tarjeta roja’, ‘La pena de mi viejo’, ‘El borracho del salón’, ‘Mi abuelo es mi padre’, ‘Mil botellas’, ‘Perdido por tu culpa’, y otras aquellas rockolas que han quedado impregnadas en las retinas de sus seguidores y fanáticos.
No solamente se paseó con sus melodías en casi todo el Ecuador, a nivel internacional también era aclamado. Cuando se subía al escenario contagiaba a más de uno, con su show y forma de expresarse, además de su vestimenta.
Se nos fue el más bacán, el que con sus repertorios será inmortal, el que en cualquier lugar se tomaba un aguardiente, un ‘guareqeque’ como él le llamaba. Sus recuerdos en su paso terrenal serán imborrables.
‘Que me lo den en vida’, así cantaba en cada presentación y en su momento Vinces reconoció la valía de Roberto al elegirlo concejal, aunque muchos quisiéramos que su nombre y persona queden para siempre colocados en una arteria principal o un momento en algún sitio estratégico.
Donde sea que llevaba su música decía con orgullo haber nacido en ‘París Chiquito’ y me atrevo a decir que la ‘chapa’ ‘Payador de Vinces’ nos representaba en cualquier rincón, así como ahora solo nos queda la identificación ‘Santa Rita de Vinces’, que coincidentemente Roberto le compuso una canción.
Fueron 78 años bien vividos del ‘Payador’, su singular forma de ser, lo hicieron como un personaje nacido de las entrañas populares, que cantaba con un profundo sentimiento. Se nos ha ido un hijo ilustre de Vinces, el más popular, el más bacán, el carismático. (JGA)