El vecindario terminó sorprendido. Nadie se imaginó que a primeras horas de la mañana de este lunes 13 de junio iban a encontrar un cadáver.
Se trataría de José Alfredo Bravo García, de 65 años quien era un comerciante que le gustaba recorrer por las calles de Quevedo en las noches. Le gustaba el horario nocturno porque era más fresco para caminar.
Sin embargo, la noticia le cambiaría su vida por completo ya que había escuchado de una persona fallecida en la zona. Pero fue una vecina quien le tocó la puerta y le indicó que se trataba de su esposo que estaba sin vida.
El lamentable hecho ocurrió en el sector Juan de Dios Zarate, donde la madrugada del domingo hubo una balacera que dejó como saldo dos fallecidos.
Pero fue la mañana de ayer a eso de las 06:00 que moradores se percataron de que el comerciante estaba tirado en la calle empedrada sin signos vitales.
La Policía llegó hasta el sitio para levantar indicios de esta muerte en la cual no se encontraron vainas de balas, por lo que una de las hipótesis que se manejan es que le haya caído una bala perdida a la altura de la cara que lo desplomó y luego falleció.
Familiares del fallecido esperan que su muerte no quede en la impunidad y que se investigue el caso para conocer la realidad del fallecimiento del comerciante. (DLH)