“La Tigra” hizo historia al convertirse en la primera ecuatoriana en lograr medalla olímpica en lucha libre.
En una entrevista exclusiva para el Diario La Hora, Lucía Yépez y su madre María Guzmán, compartieron detalles sobre su vida, desafíos y el proceso que llevó a «La Tigra» a ser la primera ecuatoriana en lograr una medalla olímpica en la lucha libre en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Como una madre profundamente creyente en Dios, María Guzmán, madre de Lucía Yépez, conocida como “La Tigra”, admite desde la comodidad de su hogar ubicado en la parroquia Venus del Río de Quevedo, que siente ansiedad al ver a su hija competir, pero que siempre confía en la preparación de “Negra”.
“Lucía ha pasado por muchas situaciones difíciles. Me quedé criando sola a mis hijas, pero seguimos adelante. Mi Lucía siempre me repite que: mami lo logramos. Te voy a comprar tu casita y, hasta que estés viejita, voy a estar contigo, te voy a cuidar. Sin tu bendición, no puedo competir. Sé que todo lo que Lucía se proponga, lo logrará”. Esta promesa de la casa fue antes de que se fuera a Europa para entrenar, y ya habían visto una casa en la ciudad de Guayaquil.
También narró cómo, durante las competencias de Lucía, no lograba dormir, prefiriendo mantenerse despierta hasta que llegara la hora de los encuentros, porque la ansiedad no se lo permitía. Toda la familia se reunía en la sala de su casa para apoyarla.
“Durante más de 13 años, Lucía ha practicado este deporte. A los 9 años se me fue engañándome, diciendo que iba a jugar con unos niños pero se iba para la Liga de Quevedo, y yo no estaba de acuerdo porque pensaba que este deporte era solo para hombres. Su cuarto está acondicionado para sus entrenamientos. Siempre ha buscado los recursos económicos vendiendo de todo; fue comerciante, vendía lápices en la escuela, mangos, aguas en los feriados, hasta reunir su dinero. Posteriormente, fue ganando en la Federación y yo la apoyaba con sus pasajes cuando no le pagaban a tiempo. Siempre nos hemos apoyado mutuamente. Por eso es que me dijo en su llamada que yo ya no iba a trabajar más. La lucha y perseverancia de mi hija es lo que la ha llevado a la cima”, dijo María.
Anthony, con voz entrecortada, confesó que la emoción lo embargaba al ver cómo su amiga estaba logrando cumplir sus sueños. “Es valiente, la admiro mucho. No hay palabras”, dijo Anthony, uno de sus mejores amigos que vive en Quevedo.
Un sueño olímpico impulsado por el amor a su tierra y familia
Lucía, reveló que su desempeño en Tokio 2020 la dejó con el deseo insatisfecho de obtener una medalla para el país. Este sentimiento fue el principal motivo que la impulsó a entrenar con más fuerza, técnica y precisión, logrando ahora alcanzar una medalla en París 2024.
“Era mi gran sueño. No podía creerlo cuando mencionaron mi nombre y vi izar la bandera de mi país. Dormí con la medalla ese día, y al despertar al día siguiente, sentí un dolor en mi cuello, pero era un dolor hermoso. Luego, me senté en la cama, miré la medalla y lloré de alegría. Aún no lo asimilo. Seguiré luchando por mis sueños, como conseguir la medalla de oro. Sé que aún puedo seguir compitiendo y no me rendiré. Creo que después de eso descansaré y perseguiré otros sueños, como estudiar para convertirme en entrenadora en esta disciplina. Mi familia, entrenadores y todos los que han sido parte de mi formación también son ganadores; sin ellos, no estaría recibiendo esta medalla”, expresó “La Tigra”.
Yépez destacó que, para su entrenamiento, ha tenido que separarse de su familia por varios meses, pero la comunicación constante con su madre, a través de videollamadas, ha sido su motor para no rendirse. Señaló que siempre le cuenta a su madre sobre sus experiencias en otros países y culturas que ha experimentado como comer ancas de rana en China, probar comidas exóticas en Hungría e incluso en Europa. Sin embargo, confesó que lo primero que pide cuando regresa a Ecuador son sus platos favoritos: encebollado y bolón de verde.
Actualmente, la familia de Lucía reside en Quevedo, en la parroquia urbana Venus del Río, donde se crió. Aunque se ha hablado mucho sobre su lugar de nacimiento, Lucía indica que Quevedo también es su hogar, y no tiene problema si la llaman quevedeña, así como tampoco si la identifican con Mocache, su ciudad de origen. “Soy riosense, fluminense, montuvia, y siempre resalto eso. Me crié en Quevedo, estudié en esa hermosa ciudad, y casi toda mi familia también hizo vida en este cantón de Los Ríos. Pero siempre digo que soy ecuatoriana, porque llevo impregnado a mi país en el corazón. Dios, mi madre y mi patria son mi motivación”, dijo la deportista de alto rendimiento.
La atleta quien llegó a Ecuador la tarde del lunes 12 de agosto, expresó su admiración por Neisi Dajomes, doble medallista olímpica en halterofilia. “Disfruté estos Juegos Olímpicos. Gracias, Ecuador”, comentó la deportista.
Hace historia para Ecuador
Lucía Yamileth Yépez Guzmán hizo historia a sus 23 años al convertirse en la primera mujer ecuatoriana en ganar una medalla olímpica en lucha libre durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
A pesar de la derrota, su medalla de plata en la categoría de 53 kg marcó un hito en el deporte ecuatoriano. Yépez, quien había obtenido el tercer lugar en el Mundial de Belgrado 2023 y se coronó campeona en los Juegos Panamericanos del mismo año, logró su revancha después de una lesión que la había dejado fuera de la competencia por el bronce en Tokio 2020. (LL)
Lucía Yépez no pudo competir por la medalla de bronce por lesión
°En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Lucía Yépez no pudo competir por la medalla de bronce en la división de 50 kg de lucha libre debido a una lesión en el muslo, confirmada por el Comité Olímpico Ecuatoriano. La lesión ocurrió durante su combate en los cuartos de final contra la japonesa Yui Susaki.
El Dato Nacida el 18 de febrero de 2001 en Mocache, Lucía, apodada “La Tigra”, es una destacada figura en el mundo de la lucha libre. Es la segunda de tres hermanas, una de las cuales también ha alcanzado reconocimiento como entrenadora de lucha libre.