Los cortes de energía han provocado la paralización de los servicios de atención al público, debido a que no cuentan con un generador.
Quevedo. En los últimos meses, a raíz de los cortes de energía que ha experimentado el país, se ha generado una situación que ha venido afectando tanto a ciudadanos como a instituciones públicas. Las oficinas del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en el centro de Quevedo, donde se llevan a cabo diversos trámites para los afiliados, es una de estas instituciones afectadas.
Los cortes de energía han provocado la paralización de los servicios de atención al público, debido a que no cuentan con un generador eléctrico, causando cierto malestar entre los ciudadanos que acuden a realizar sus gestiones. Muchos de ellos, que llegan desde recintos lejanos, se ven obligados a irse sin haber podido completar sus trámites. Este caso similar al del BanEcuador, donde por falta de un generador eléctrico hay largas filas y muchos no pueden completar sus trámites, generan frustración y pérdidas de tiempo entre los ciudadanos.
El horario de atención en estas oficinas del IESS es limitado, debido al horario establecido para los cortes de energía. Aunque la energía eléctrica en la zona céntrica del cantón regresa a las 12 del día, la atención al público comienza a las 2 de la tarde y finaliza a las 4:30 p.m. Esta restricción horaria complica aún más la situación obligando a muchos afiliados a adaptarse y llegar únicamente cuando hay energía.
Otros afectados
No solo los afiliados sufren las consecuencias de estos cortes. Los tramitadores, quienes ayudan a las personas a realizar sus procedimientos en el IESS, también se ven afectados. Dependiendo de la afluencia de clientes, su capacidad para generar ingresos se ve comprometida. Una de las tramitadoras expresó: “Nosotros dependemos de esto. Si no hay afiliados, no ganamos. Imagínese si ganáramos por cliente, esto nos afecta a todos”.
Esta situación refleja un problema amplio que va más allá de los inconvenientes individuales, afectando a toda una comunidad que depende de estos servicios.
La falta de un suministro eléctrico constante no solo impide el acceso a servicios esenciales, sino que también tiene un impacto económico en aquellos que viven y dependen de brindar apoyo en estos procesos. (MB)