La Unidad de Arte y Cultura del GAD-Municipal de Quevedo realiza jornadas de civismo para plantear soluciones.
QUEVEDO • Para el psicólogo Juan Carlos Mancheno la violencia no es producida aleatoriamente, sino que es parte de una cultura de conflictos familiares, sociales, económicos y políticos. Es decir, del sistema globalizado.
Desde su punto de vista, hoy en día las familias son disfuncionales y muy permisivas. “Usted puede ver en los barrios suburbanos, en las noticias o en las redes sociales, casos donde el padre,
madre, tío, primos e hijos son delincuentes. Eso les parece bien a ellos, pero en realidad esto distorsiona a la sociedad”, explica Mancheno.
Menores inimputables
Similar apreciación tiene el experto en seguridad, Darling García, quien como abogado ha tenido que enfrentarse casos donde la mayoría de protagonistas son menores de edad.
De acuerdo con el profesional en derecho, las bandas delincuenciales reclutan a menores para que integren sus filas. Todo con la promesa y garantía de que son inimputables, es decir, no se los puede juzgar penalmente.
De acuerdo con el Código de la Niñez y Adolescencia (CNA), los niños son absolutamente inimputables y tampoco son responsables por sus actos; por lo tanto, no están sujetos ni al juzgamiento ni a ningún tipo de medidas socio-educativas.
Cuando cometan infracciones tipificadas en la ley penal, estarán sujetos a medidas socio-educativas por su responsabilidad de acuerdo con los preceptos del CNA.
¡Ese es el problema!
Para el coordinador de la Unidad de Arte y Cultura del Municipio de Quevedo, Carlos Garzón, le preocupa que muchos menores, bajo falsas promesas de obtener poder, ingresan a las filas delincuenciales. “No sé qué les dicen para que se unan a ellos. No les dan un sueldo, no les dan reconocimientos, pero este grupo de personas cada vez atrapa a más jóvenes en sus redes”, detalla Garzón.
Y es que es precisamente ese hecho el que los ha motivado a tomar las riendas del desorden que vive la sociedad. Es por eso que el pasado viernes, desde el Centro de Convenciones del Quevedo Shopping Center, se vivió una intensa jornada donde todos los asistentes coincidieron en que la violencia que vive Quevedo, la provincia y a escala nacional, se debe a la falta de valores, civismo y urbanidad.
¿Qué se plantea?
Irma Paucar, quien es docente, fue clara al decir que se han perdido los valores, pero explicó que los jóvenes no son los que se pierden, sino sus padres, por lo que hizo un llamado a no dejarlos solos.
Detalló que, las autoridades deben intervenir para apoyar este tipo de eventos, donde se busca la solución para frenar la delincuencia, y tener una mejor sociedad. “No solo en tiempo de campaña”, exhortó.
La docente lamenta que dentro del pensum académico ya no exista la materia de civismo y urbanidad. Una de sus soluciones es que se retome la escuela para padres, pero desde los sectores y
guiado por las lideresas.
Opiniones
Para Francisco Maldonado, comunicador social, asegura que las instituciones gubernamentales deben intervenir, ya que el civismo ha muerto. E incluso dijo “no hay respeto por los símbolos patrios”.
De su parte, Livis Gonzales, activista social, defensora de los derechos de los afrodescendientes, señala que no es solo cuestión de ir a reuniones sino de poner en practica todo lo que se ha expuesto. “Actuemos ya, no dejemos que nuestros jóvenes pierdan en esta sociedad. Hagamos
campañas, vayamos a colegios, demos charlas, hablemos con los docentes”, dijo Gonzales. (MZA)