¿Cómo cultivar una buena salud financiera?

SALUD FINANCIERA

La cuarta parte de las personas con registro crediticio son jóvenes.

De acuerdo con cifras de Equifax, en el Ecuador existen actualmente unos 9 millones de personas con registro crediticio; es decir, que en los últimos 3 años accedieron a un préstamo ya sea en el sector comercial o en bancos y cooperativas. De ellos, 2,5 millones (el 25,8%) corresponde a población joven, entre los 18 y los 34 años. Para los expertos en educación financiera, esta es la edad ideal para construir bases sólidas que permitan alcanzar metas sin sobreendeudamiento y con responsabilidad.

Acceder a un crédito, abrir una cuenta de ahorros, manejar una tarjeta de crédito, etc., puede ser una experiencia satisfactoria si se poseen las herramientas necesarias para la adecuada administración del dinero y para obtener el máximo beneficio de los productos que brinda tanto el sector comercial como bancario y cooperativista. Verónica Rodríguez, gerente de Operaciones de Equifax Ecuador, firma global de Big Data y Analítica, que en el país ofrece los servicios de buró de crédito, comparte algunas recomendaciones para quienes empiezan a desarrollar sus capacidades financieras.

“Quienes se encuentran en los 18 y los 30 años, están en el momento ideal para cultivar unas finanzas personales saludables que los llevarán a alcanzar metas mayores como estudios, un negocio, casa propia entre otros. Hacerlo es sencillo, pero requiere de constancia y compromiso” explica la experta quien ha preparado una guía que incluye temas como el ahorro, el endeudamiento y la historia crediticia.

Metas de ahorro graduales: Empezar un plan de ahorro no tiene por qué ser complicado. La recomendación es que se ahorre un 1% de los ingresos por cada año que se cumple. Por ejemplo, a los 20 y como recién se está empezando a generar ingresos, se recomienda un ahorro mensual del 1% de lo que se gana. Al cumplir los 25 años, el ahorro mensual será del 5% y a los 30 se habrá llegado al 10% recomendado para establecer un fondo que permita conseguir una meta mayor. “Así, de a poco se construye el hábito y ahorrar se hace parte de la vida”.

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Planificación: “Es fundamental tener pleno conocimiento del dinero que se maneja y para esto nada mejor que el presupuesto personal” apunta Rodríguez. Tanto los centenialls como los millennials están totalmente familiarizados con aplicaciones móviles y las plataformas de descarga poseen decenas de herramientas que permiten sumar los ingresos y los gastos y conocer el estado de las finanzas. Al igual que el ahorro, esta actividad debe convertirse en costumbre y realizarse cada mes.

Conociendo lo productos financieros: Los jóvenes pueden empezar por una cuenta de ahorros, que les permitirá tener su dinero disponible mediante aplicaciones móviles o web para las transacciones.

Una vez que empiecen a generar ahorros lo ideal es solicitar una cuenta de ahorro programado para que el fondo vaya en aumento. Existen también en el mercado tarjetas de crédito enfocadas en el público joven, con un cupo acorde a las necesidades y con beneficios relacionados con los distintos estilos de vida.  Según cifras de Equifax, a julio de 2022 se contabilizaban unos 5 millones de tarjetas de crédito activas.

De acuerdo con los grupos de edad, el 28,2% de las tarjetas de crédito otorgadas en el país se concentra en el grupo etario de 18 a 34 años. “Es importante que los jóvenes se familiaricen con los términos de su estado de cuenta y aprendan a diferenciar el cupo máximo, el pago total, el pago mínimo, la fecha de corte y la fecha de pago” puntualiza la experta; de este modo, se podrá cumplir con las obligaciones a tiempo.

Endeudamiento: Conocer la capacidad de endeudamiento será una herramienta de gran ayuda para las finanzas, tanto en montos pequeños como en otros mayores. ¿Cómo saber hasta dónde endeudarse? Se suman los ingresos, se resta de esta cifra los gastos, de lo que sobra se destina el % de ahorro correspondiente a la edad y el resto es con lo que se cuenta para adquirir una deuda. Es vital no sobrepasar ese límite para tener tranquilidad en el futuro.

Historia de crédito: A partir de esta edad una persona puede convertirte en sujeto de crédito. Esto es fundamental, porque la historia de crédito se construye con toda la información de los últimos 3 años y permite generar un comportamiento de pago que es una de las variables que miran las entidades para otorgar un crédito. Los jóvenes pueden empezar con un plan de telefonía postpago, un crédito en una casa comercial o una tarjeta de crédito, pero recordando pagar sus deudas a tiempo.

Si por alguna razón se experimenta una dificultad para honrar ese compromiso se aconseja conversar con la entidad para saber cuáles son las opciones. Los jóvenes que ya hayan obtenido un crédito pueden revisar su reporte en la página: https://www.equifax.com.ec/miscreditos/