Para mitigar el impacto, muchos comerciantes han optado por adquirir plantas eléctricas, inversión que no estaba dentro de sus gastos operativos.
QUEVEDO. En el cantón Quevedo, los comerciantes de carnicerías enfrentan serios inconvenientes debido a los constantes cortes de luz, lo que ha afectado significativamente sus operaciones. Para mitigar el impacto, muchos han optado por adquirir plantas eléctricas, una inversión que ha resultado crucial para mantener la calidad de sus productos.
Anthony Menéndez, uno de los comerciantes locales, explicó que antes de contar con la planta eléctrica debían almacenar la carne en bandejas en refrigeración y en las cámaras frigoríficas, las cuales, debido a la falta de energía, habían visto disminuido su rendimiento. Ahora, gracias al generador, han podido mantener la carne fresca y con un aspecto atractivo para los clientes.
Inversión
La inversión en la planta eléctrica no fue menor; Menéndez señaló que el generador les costó alrededor de 1,000 dólares. A pesar del gasto, considera que fue una necesidad imperante para asegurar la calidad de sus productos y, por ende, sus ventas. “Si no vendemos, ¿cómo podemos subsistir?. Del comercio se vive día a día”, afirmó con preocupación.
Estrategias implementadas
Para optimizar el uso de la energía, los comerciantes han implementado estrategias como no abrir las cámaras de congelación a menos que sea estrictamente necesario. Menéndez también mencionó que, a pesar de las dificultades, las ventas han mejorado ligeramente esta semana, aunque siguen siendo bajas en comparación con los días en que el suministro eléctrico era normal. “La semana pasada, las ventas bajaron de manera fuerte, y aunque esta semana ha mejorado algo, sigue siendo bajo”, acotó.
Caminar por el centro del cantón durante los horarios de corte de luz revela un ruido inusual: el sonido constante de generadores eléctricos se mezcla con la vida cotidiana. Esta situación refleja el esfuerzo de los comerciantes por permanecer en pie y continuar ofreciendo productos frescos a sus clientes.
Pérdidas en productos
En otro local, la realidad se muestra igualmente desafiante. Trabajadores señalan que semanalmente se pierden hasta 500 dólares tanto en productos como en ventas debido a los apagones. Los comerciantes destacan que el horario más crítico es en la madrugada, cuando no pueden encender sus plantas generadoras de luz. “Las ventas han bajado, ahora los clientes solo llevan para el diario porque en casa la situación es la misma”, explicó otro comerciante.
A pesar de los apagones y los gastos adicionales que han tenido que afrontar para mantener la frescura de los cárnicos, el precio al público se ha mantenido sin ningún aumento lo que refleja el compromiso de los comerciantes por no trasladar el impacto económico a sus clientes. (MB)