Propietarios luchan por encontrar inquilinos fiables.
La inestabilidad económica y la inseguridad han empezado a tener repercusiones en el ámbito inmobiliario. En los últimos meses de 2023 y en lo que va de este año, se han incrementado las ofertas de arriendos de casas y departamentos debido a la falta de inquilinos. La oferta y la demanda juegan un papel crucial a la hora de elegir un lugar donde vivir.
Este panorama se está evidenciando con mayor fuerza en la ciudad de Quevedo. Los letreros de “se arrienda” o “se alquila” son comunes en casi todas las calles de la ciudad.
Encontrar inquilinos que sean honestos, honrados y buenos pagadores se ha convertido en un gran desafío para los propietarios. A la hora de decidir a quién arrendar su propiedad, investigan lo más posible para evitar problemas futuros, especialmente debido al alto índice de inseguridad en la “Ciudad del Río”.
Jennifer Orellana, dueña de un inmueble ubicado en la calle Argentina de la parroquia San Camilo, detalla que ahora se le ha hecho más difícil arrendar su departamento porque no lo hace a cualquiera. Esto implica la paz y tranquilidad que ella y su familia desean mantener. Sin embargo, el ingreso mensual de $150 se ha visto reducido porque no es fácil encontrar un buen inquilino, aunque las propuestas nunca faltan.
“No se puede arrendar a cualquiera. Es difícil ahora. Hay que saber en qué trabaja, a qué se dedica, si no es fiestero, porque todo eso afecta la convivencia. Además, debe tener ingresos de una actividad honrada, porque después el problema será para el dueño del inmueble, ya que hasta la policía o los militares pueden allanar la propiedad”, expresó Jennifer.
Mientras tanto, Cristian López, dueño de un departamento en la parroquia Venus del Río, comenta que en su sector hay cientos de departamentos y casas de arriendo. Destaca que la demanda es tal que hay propiedades desde $100 en adelante, con patio y hasta dos o tres cuartos. Esto, según él, se debe a la falta de inquilinos, ya que por la mala fama del sector, pocos optan por vivir allí.
“En seis meses he tenido ya dos inquilinos. Viven dos o tres meses y se van. Creo que buscan un mejor sector para vivir, ya que los robos, asaltos y hasta muertes violentas ocurren casi todos los fines de semana. Eso ahuyenta a los inquilinos, y por eso competir con precios también se ha vuelto un verdadero reto”, expresó Cristian.
Celso O. es uno de los inquilinos que recientemente encontró un inmueble en la vía a Valencia, en la ciudadela Jardines del Este. La casa cuenta con cerramiento e incluso con circuito cerrado para evitar robos, además de cámaras de videovigilancia. Según él, estos eran requisitos indispensables para el inmueble que iba a alquilar, ya que allí pasará la mayor parte del tiempo su familia.
“Es un lugar medianamente seguro, pero lo mejor es estar más tranquilos. A veces buscamos sitios que no tengan tanto ruido, como el de los vehículos. Creo que con los sistemas de seguridad implementados reforzamos nuestra seguridad. Alquilar en cualquier sitio, al menos aquí en Quevedo, no es nada seguro”, dijo Celso.
Por este motivo, tuvo que pagar $700, que incluían un mes de arriendo y la garantía de la vivienda.
Caída de precios
En Quevedo, la disminución en los arriendos de viviendas e inmuebles ha afectado también al sector comercial, incluyendo los locales destinados a negocios. Esto ha influido negativamente en los ingresos por impuestos de inquilinato tanto para los propietarios de estos inmuebles como para la recaudación de impuestos de la municipalidad. Según datos proporcionados, la recaudación actual no alcanza ni el 25 por ciento del total previsto para este año. Así lo han confirmado los representantes de los departamentos correspondientes de la municipalidad.
La situación se ha agravado debido a que no se ha podido actualizar el censo en la ciudad, ya sea por reconstrucción o aumento de infraestructuras, ya que el censo realizado por parte del cabildo no se ha ejecutado en su totalidad.
Mientras que los arrendatarios manifiestan preocupación debido a que la inseguridad ha hecho que poco a poco las familias prefieran irse de la ciudad en busca de la tranquilidad y paz que merecen.
Por ejemplo, en los departamentos ubicados en los alrededores de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ) y los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y del hospital Sagrado Corazón de Jesús, se ha visto afectada la falta de inquilinos. Muchos de estos departamentos son ocupados por estudiantes y personal de salud, quienes han renunciado debido a extorsiones, llamadas “vacunas”, y amenazas de secuestros de las que indican haber sido víctimas.
Sectores más seguros
En barrios populares como Venus del Río, Viva Alfaro, San Cristóbal y Nicolás Infante Díaz, se observan numerosos rótulos de alquiler.
Varios ciudadanos y dueños de inmuebles señalan que esto se debe a que los residentes prefieren otros sectores cercanos al centro de la ciudad o en urbanizaciones privadas. Según ellos, estos lugares ofrecen mayor seguridad, especialmente para circular en horas de la mañana y la noche cuando salen y regresan de sus actividades laborales. (LL)