Buscan un futuro mejor

Familias y amigos venezolanos prefieren el Obelisco para generar ingresos económicos.

Cansado y expuesto a las inclemencias del clima y a la voluntad de los demás, así se encuentra a Pallares Lima.

En ocasiones opta por ‘trabajar’ en el Obelisco del cantón El Empalme, aunque confiesa que en los últimos días, contrario a lo que pensaba, no le ha ido tan bien. Su esposa, Maricarmen también se las rebusca lavando ropa ajena.

Debido a la presencia de otros extranjeros, cambió el oficio de limpiar parabrisas por la venta de mascarillas y caramelos, y uno que otro artículo, aunque las ganancias no son muchas, tal como lo expresó: “Por lo menos nos alcanza para para la pieza y medio comer”. Reside en un cuarto en la vía Guayas donde paga $40 mensuales.

Dicha familia, oriunda del estado Aragua, Venezuela, arribó a Ecuador hace más de cuatro meses. Como miles de sus compatriotas decidieron salir a buscar un mejor futuro, pero la situación para ellos no ha sido nada fácil, señaló.

Recuerda que han estado en Guayaquil, Manta, Quevedo, Santo Domingo, pero gastaban mucho dinero en arriendo, transporte y alimentación.

“Preguntando a unas vecinas y oyendo lo que contaban unos amigos decidimos buscar un pueblo pequeño, donde al menos no gastemos en pasajes y la comida sea más barata”, dijo Lima. Su núcleo familiar está compuesto por su esposa y dos hijos, de cuatro y dos años de edad.

Otra historia

Pero ellos no son los únicos que le apuestan al ‘corazón’ de El Empalme para realizar su actividad económica. Miguel, Valentino y Óscar son tres amigos que hace seis meses abandonaron el ‘país llanero’.

En sus manos llevan todo lo que necesitan para sus labores diarias: agua, líquidos, esponjas y cepillos.

A ellos se los puede encontrar desde las 10:00 u 11:00 hasta las 22:00. “Aquí pasamos casi todos los días, menos cuando llueve. Las ganancias las repartimos por igual, pero no es como antes, ahora la gente casi no aporta”, comentó Óscar.

Uno de ellos dejó en su natal Zulia a la esposa y tres hijos, a quienes les envía entre $30 y $40 cada quince días. “Quisiera enviarles más, pero me es imposible, la situación acá en Ecuador también está difícil”, refirió.

Controles

Por parte del Ministerio de Inclusión Económica y Social, MIES, se dio a conocer que cuando se detecta algún caso de mendicidad realizan las gestiones necesarias, para que el menor sea integrado a uno de los programas o proyectos. Así por ejemplo, si tiene menos de dos años puede acudir al programa Creciendo con Nuestros Hijos o a algún Centro de Desarrollo Infantil, si tiene más de tres años se los pone en manos de los técnicos de Erradicación del Trabajo Infantil.

Juan Jaramillo, capitán de Policía, expresó que para evitar inconvenientes entre quienes laboran en el Obelisco o que se genere algún hecho delictivo, se tiene personal fijo, a lo que suma los controles permanentes. “Controlamos que no hayan problemas, pero hasta la fecha no se ha reportado malestares”, finalizó el uniformado. (JO)