Al noroccidente de la ciudad cultural, un monumento rinde pleitesía al libro. Son 32 años de la celebración mundial.
En la ciudad más culta del Ecuador no podía pasar por desapercibido el libro y su legado al país y la región. Mediante una obra en el redondel de Consacola, noroccidente de Loja, está perennizado el pensamiento de tres autores. Los libros lojanos se integran a la jornada mundial que fue establecida el 15 de junio de 1989, por la Unesco y declaró -cada 23 de abril- para tal propósito, como una iniciativa de la Unión Internacional de Editores.
Legado
El Día del Libro, también llamado oficialmente Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, constituye una celebración de carácter mundial que se realiza hace 32 años.
La fecha (23 de abril) pretende incentivar el maravilloso hábito de la lectura en la niñez, juventud, adultos por su importancia en el desarrollo de la cultura y la educación de la población.
Referente
En el caso de Loja, bastión de la cultura ecuatoriana, con repercusión latinoamericana y vitrina para todo el mundo, las autoridades municipales decidieron construir un monumento en el barrio Consacola, sector del redondel, en la vía a la ciudad de Cuenca.
Los libros tienen el mismo tamaño entre 3 metros y medio hasta cuatro, cada uno. Solo cambia el color, por ejemplo el de Pablo Palacio es amarillo y se titula ‘Un Hombre Muerto a Puntapies’; el de Miguel Riofrío, tiene coloración concho de vino y refiere a ‘La Emancipada’; y, el de Ángel Felicísimo Rojas, con un verde llamativo muestra la obra ‘El Éxodo de Yangana’.
Características
La primera semana de junio de 2020 se inauguró esta construcción. Los textos están levantados sobre la base de cemento y roca de color gris con una combinación arquitectónica de tendencia modernista.
En los alrededores del monumento se realizó el mejoramiento del área verde con personal de la Unidad de Parques y Jardines del Ayuntamiento local.
Decisión
Iván Flores, técnico muralista de Gestión Ambiental del Municipio de Loja, expresó que la iniciativa cultural para la avenida Pablo Palacios se plasmó colocando allí obras de tres escritores lojanos citados.
La construcción de la esfinge inició en 2020 antes de la pandemia mundial originada por el Coronavirus y concluyó después de 35 días, según lo programado.
“El lugar fue escogido por su visibilidad y debido a que es la entrada principal hacia Loja desde la parte del norte del país, desde donde arriban miles de visitantes”, enfatizó Flores.
“El trabajo fue arduo, inició con el escogimiento de los escritores y a finales de mayo de 2020 concluyó con la ubicación de los tres libros”, detalló el funcionario.
Loja, ciudad culta
En otros lugares (parques, plazas, redondeles) de la urbe lojana están personificados varios intelectuales como Isidro Ayora, Benjamín Carrión, Zoilo Rodríguez, Manuel Carrión Pinzano, Bernardo Valdivieso, entre otros.
El aporte de cada uno cruzó fronteras y varias de las obras han sido traducidas a varios idiomas para su lectura en el extranjero e inclusive constan en el pensum de estudio de educación primaria, secundaria e instrucción superior.
La lectura diaria es capaz de aportarnos conocimientos, de despertar nuestra curiosidad y de enriquecer nuestra formación como seres humanos, haciéndonos mejores personas capaces de pensar y razonar sobre los hechos que nos suceden y forman parte de nuestra vida.
¿Por qué celebrar el Día del Libro?
La instauración de tal celebración fue iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura o United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (Unesco).
La Unesco estableció el 15 de junio de 1989, como iniciativa de la Unión Internacional de Editores. La Unesco promovió la institución de un día dedicado a los libros por su significado e importancia en la formación de la humanidad y la educación y desarrollo de las sociedades.
Origen
La fecha seleccionada fue el 23 de abril por su importancia simbólica en el medio literario, pues en este día, murieron los escritores de la historia de la humanidad como lo fueron Miguel de Cervantes (Don Quijote de la Mancha), William Shakespeare (Hamlet), Josep Pla (Coses Vistes) y el Inca Garcilaso de la Vega (Comentarios Reales de los Incas).
Durante este día también ocurrió el nacimiento de escritores como Maurice Druon (Francia), autor de Los Reyes Malditos; Manuel Mejía Vallejo (Colombia), autor de La Casa de Dos Palmas; y Vladimir Nabokov (Rusia), autor de Lolita, estas obras se consideran clásicos de la literatura universal.
Capital Mundial del Libro
Cada año, en honor y fomento a los libros, la Unesco otorga a alguna ciudad miembro, un reconocimiento por su favor hacia la lectura y programas relacionados con el impulso y difusión de los libros, encaminando y captando a la mayor cantidad de población a adquirir hábitos de lectura.
Este reconocimiento, creado en 1996, se le denomina Capital Mundial del Libro y comenzó a otorgarse desde 2001.
Desde su primer año de establecimiento, han sido seleccionadas ciudades como Madrid (España), en 2001; Alejandría (Egipto), en 2002; Nueva Delhi (India), en 2003; Montreal (Canadá), en 2005; Turín (Italia), en 2006; Bogotá (Colombia), en 2007; Buenos Aires (Argentina), en 2011; Atenas (Grecia), en 2018; y, la más reciente, Kuala Lumpur en Malasia en 2020.
En otros países
En países como España el Día del Libro se celebra igualmente el 23 de abril, en el Reino Unido e Irlanda, el llamado World Book Day, se celebra el primer jueves de marzo.
En Chile, originalmente, la celebración ocurría el 29 de noviembre, en Paraguay, en cambio, el Día del Libro Paraguayo se celebra el 25 de junio y en Uruguay, el Día Nacional del Libro, ocurre cada 26 de mayo.
EXTRACTO
El hábito de la lectura es una de las mejores formas en las que nuestro cerebro desarrolla creatividad, imaginación y claridad en las ideas.
TOME NOTA
De tres libros de escritores lojanos: Ángel Felicísimo Rojas, Miguel Riofrío y Pablo Palacio, está compuesto el monumento.
LA CIFRA
15 DE JUNIO de 1989 la Unesco decidió instaurar el Día Mundial del Libro cada 23 de abril.
EL DATO
Los Autores de las tres obras dejaron historia en el sur del país, con un legado cultural por excelencia.
