En la parroquia Guachanamá, el MAG capacitó a productores en la elaboración de macerados y abonos orgánicos, promoviendo prácticas agroecológicas y sostenibles.
Con el objetivo de fomentar una agricultura más sostenible y saludable, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) realizó recientemente una serie de talleres prácticos en el cantón Paltas, específicamente en la parroquia Guachanamá. Estas capacitaciones se centraron en la elaboración de macerados a base de plantas de neen, ajo y cebolla, así como en la producción de bioles, un tipo de abono orgánico que promueve la fertilidad del suelo.
La iniciativa busca ofrecer a los productores locales alternativas viables a los métodos de fertilización y control de plagas convencionales, que a menudo dependen del uso de agroquímicos perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. Los macerados, que se elaboran a partir de extractos de plantas, son conocidos por su capacidad para favorecer el crecimiento de los cultivos y protegerlos de patógenos. De manera similar, los bioles, que se obtienen de la fermentación anaeróbica de materia orgánica, enriquecen el suelo con nutrientes esenciales y mejoran la actividad microbiana, contribuyendo a la sostenibilidad del ecosistema agrícola.
Los talleres contaron con la participación activa de la Asociación de Productores Agropecuarios Guachaurco (ASOPRAGUA) y la Asociación de Producción Agropecuaria de Guachanamá (ASOPROHORTAG), agrupaciones que representan a un número significativo de productores locales comprometidos con la implementación de prácticas agroecológicas. Esta colaboración resalta el interés de la comunidad por adoptar métodos más amigables con el medio ambiente, favoreciendo tanto a los cultivadores como a los consumidores finales.
Sara Campoverde, técnica del MAG en Paltas, enfatizó la importancia de estas prácticas: «La implementación de macerados y bioles no solo permite reducir el uso de agroquímicos, lo que minimiza el impacto ambiental, sino que también mejora la salud de nuestros agricultores y consumidores. Además, al enriquecer el suelo, garantizamos una mejor calidad de los productos agrícolas, aumentando su valor nutricional y contribuyendo a la seguridad alimentaria de nuestra región».
Los talleres han sido bien recibidos por los participantes, quienes han mostrado interés en aplicar estas técnicas en sus propios cultivos. La capacitación incluye no solo la elaboración de los productos, sino también el conocimiento sobre su correcta aplicación en diferentes tipos de cultivos, lo que les permitirá optimizar la producción y garantizar un manejo más responsable de los recursos naturales.
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