Superar la soledad en el Día del Padre, otro acto de valentía

Superar la soledad en el Día del Padre, otro acto de valentía
ESFUERZO. Luis Bolívar Castro se gana la vida lustrando zapatos en la plaza de San Sebastián.

A pesar de las adversidades diarias y la constante soledad que lo acompaña, Luis ha salido adelante y aún tiene muchas metas que le gustaría conseguir.

Por casi 10 años, todos los días desde las 06:00, la plaza de San Sebastián acoge a un hombre, que, con su butaca y algunos materiales, se gana la vida lustrando zapatos. Su rostro luce cansado por el fuerte sol que acompaña a la ciudad, sin embargo, se muestra feliz de tener una conversación luego de una larga jornada.

Luis Bolívar Castro Almeida nació y creció en Santo Domingo.  Se enamoró profundamente de una mujer que años más tarde se volvió su compañera, esposa y madre de sus hijos. Feliz de convertirse en padre, sentía que la vida era complemente plena, hasta que le arrebató a dos de sus seis hijos. Además, la estabilidad económica poco a poco se iba deteriorando y se vio en la necesidad de dejar la ciudad para buscar trabajos temporales.

“Es duro alejarse del hogar cuando tienes hijos y una esposa a los cuales quieres, sin embargo, muchas veces no hay opción. Casi no compartí momentos con ellos por trabajar y trabajar”, cuenta con tristeza.

Actualmente, sus hijos son personas adultas con su propio hogar, lamentablemente el matrimonio que sostenía con su pareja no funcionó y por motivos de encontrarse a sí mismo y mejorar su bienestar decidió iniciar una vida en la ciudad de Loja.

La pequeña ciudad del Sur, como le dice de cariño, lo enamoró con sus lindos paisajes y la amabilidad de la gente, comenta Luis a diario LA HORA.

PADRE. Luis Castro ha trabajado en la plaza de San Sebastián por casi 10 años.

Ser padre

“Yo soy padre desde los 26 años y ha sido una experiencia bonita. Cuando uno está cerca a los hijos siente ese calor de hogar que lo hace ser feliz. Para mí ser padre es sentirse vulnerable, tener miedo y confirmar que ya no importa ningún obstáculo porque no tienes más opción que hacerlo bien, y en ese momento descubrir que ya puedes con todo lo que venga”.

A pesar que la situación no le permitió acompañar más tiempo a sus hijos en cada una de sus etapas, se siente satisfecho de haber podido aportar de manera económica con ellos y se siente agradecido con su exesposa por el trabajo tan importante que desempeñó durante su ausencia.

“Las mujeres son muy admirables, mientras uno se levanta y se dirige a cumplir su jornada de trabajo, ellas se quedan en casa, educan y hacen mil cosas a la vez, eso es muy admirable para mí”, argumenta.

Soltar

“A uno nadie lo prepara para dejar ir a los hijos, despedirse de las personas que más quieres no es fácil. Como padres, sabemos que en determinado momento ellos tendrán que volar del nido, pero, aunque creamos estar preparados para afrontar esta situación, cuando llega todo cambia y nuestro mundo se derrumba”.

Cuenta Luis mientras recuerda a sus hijos cuando eran pequeños y lo complicado que fue para él verlos crecer y alejarse.

Soledad

Gabriel García Márquez alguna vez dijo “El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”.

En efecto, la soledad se convirtió en la leal amiga de Luis, con ella ha aprendido a afrontar el día a día, pero no todos con la misma fortaleza, pues hay momentos donde se siente triste. Pasa largas horas mirando un teléfono con la esperanza de oír un ¡Hola, papá!, pero los días pasan y la llamada o mensaje no llega.

“Quisiera que ellos me llamen, yo los extraño mucho, pero entiendo también que ya tienen su hogar y sus ocupaciones y no quisiera molestarlos”, comenta.

La cuarentena por la crisis sanitaria agravó más su tristeza, pero el consuelo volvió cuando las actividades presenciales retornaban, ya que volvía a ver a sus clientes, a sus amigos y a los niños y jóvenes de las unidades educativas cercanas que cada vez que lo ven no dudan en saludarlo.

Sueños

Un leve aire de esperanza se deprendió al escuchar la palabra sueños, pues Luis tiene uno que le gustaría realizar. Abrir su propio taller de sastrería, un oficio que aprendió hace varios años y le apasiona muchísimo, sin embargo, su situación económica no se lo ha permitido, como menciona, hay días en los que “apenas alcanza para comer algo”.

Día del padre

La pregunta ¿cómo le gustaría pasar el Día el Padre, Luis? no tardó en reflejar una tristeza enorme en su rostro. Sabe que no lo pasará con sus hijos, pero una pequeña esperanza de verlos pronto, abrazarlos y jugar con sus nietos lo mantiene a flote.

A quienes son hijos

“A todos los hijos yo solo les puedo pedir que no abandonen a sus padres, ténganles paciencia y ámenlos mucho. Lleven con ustedes todos los buenos valores que les enseñaron, sean amables. Un pequeño saludo puede alegrar y cambiar el día de una persona, tengan por seguro que lo valoramos mucho”, menciona.

 

EL DATO

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en Ecuador, dos de cada 10 adultos mayores son abandonados por sus hijos.