La emergencia sanitaria del Covid-19 en el 2020, no solo trajo dolor y muerte, sino también desempleo y pobreza, principalmente a las familias de bajos recursos económicos. En algunos hogares a diario tienen que subsistir con menos de un dólar, es decir alimentarse con lo que haya en la mesa.
Para algunas familias que no tienen un empleo digno, alimentarse tres veces al día quedó en el pasado, “ahora únicamente se alimenta cuando hay comida y en ocasiones solo se almuerza y a la merienda con una tazita de agua y a dormir”, dijo Manuel Calle, oriundo del barrio Menfis, quien no tienen un trabajo seguro en este nuevo año.
En su caso, por días le llaman para trabajos de albañilería, pero por ocasiones, la mayor parte pasa en casa junto a sus cinco hijos y esposa, quien tampoco tiene una actividad económica. “No tener de dónde sacar unos 30 dólares para ir al mercado es doloroso, pero mucho más cuando alguien se enferma en casa y no hay ni para comprar unas pastillas o calmantes para el dolor”, señaló.
La difícil situación económica no solo la vive Manuel, sino también otras familias que pese a tener un trabajo no les alcanza para cubrir los gastos de: vestimenta, alimentación, salud, educación y servicios básicos como: agua potable, internet, energía eléctrica, entre otras necesidades. Actualmente los sueldos son bajos, la mayoría de personas no ganan ni el básico, es decir, hay trabajadores con 250, 300, 350 y 375 dólares mensuales laborando en actividades comerciales y atención al cliente en negocios de la ciudad.
Julio Sozoranga, empleado del sector privado, manifestó que desde el año anterior le bajaron el sueldo debido a la pandemia del Covid-19, de los 420 que le cancelaban hasta marzo de 2020, hoy únicamente recibe 300 dólares. De este rubro tiene que pagar mensualmente las cuotas de un préstamo de 160 dólares, la mitad que le queda los destina para los gastos de la casa. “De aquí saco para la comida, vestimenta de los niños, salud y servicios básicos. En ocasiones ni yo mismo sé cómo vivo con 140 dólares al mes, pero Dios ha sido grande y seguimos con vida, aunque con un nivel grave de pobreza”, recalcó.
La situación es compleja, hay quienes perdieron el empleo en esta pandemia y han optado por el comercio informal en la venta de mascarillas, alcohol y otros artículos. Varios ciudadanos están ubicados en las calles vendiendo artículos y otros optaron por el emprendimiento como venta de comida rápida y entrega a domicilio.
EL DATO
Decenas de familias padecen de serios problemas económicos, algunos se alimentan únicamente una y dos veces al día.