Semana Santa: entre la fe y el mito

CREENCIAS. Muchas de las creencias por Semana Santa no tienen un fundamento teológico sólido, mientras que otras sí son establecidas por la Iglesia.

Prohibiciones sobre música, colores, relaciones sexuales y hasta cortar carne han marcado durante años las celebraciones religiosas de Semana Santa. ¿Verdades de fe o simples leyendas? Aquí un repaso por los mitos más curiosos que aún resuenan en la memoria colectiva.

La Semana Santa, una de las conmemoraciones más importantes del calendario cristiano, recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Celebrada por millones de fieles en todo el mundo, esta semana de recogimiento ha estado, tradicionalmente, rodeada de normas y costumbres que buscaban fomentar el respeto, la reflexión y la devoción. Sin embargo, muchas de esas prácticas, con el tiempo, se han teñido de mitos populares.

En generaciones anteriores, se creía que durante estos días no se podía reír, ver televisión, escuchar música, bañarse, entre otras cosas. ¿Qué tan cierto es esto desde el punto de vista religioso? Según teólogos y estudiosos de la fe católica, si bien la Iglesia promueve el recogimiento y la abstinencia, muchas de estas prohibiciones no tienen un fundamento teológico sólido, sino que responden a costumbres culturales o interpretaciones exageradas.

 

Por ejemplo, uno de los mitos más arraigados señala que tener relaciones sexuales durante Semana Santa podía causar que las parejas quedaran «pegadas», una idea que llevó incluso a evitar matrimonios en estas fechas. Otro mito popular dice que bañarse en el río durante estos días puede convertir a una persona en pez, mientras que otros sostenían que subirse a un árbol podría transformar a alguien en mono.

También existía la creencia de que vestir ropa roja “el supuesto color del diablo” atraía al mal, por lo que muchas personas optaban por usar ropa sobria, negra o morada. Asimismo, se decía que escuchar música, especialmente rock, alejaba el alma de Dios. Algunos adultos mayores incluso prohibían barrer, clavar clavos o cortar carne, relacionando estas acciones con el sufrimiento de Cristo.

Pese a lo curioso que pueda parecer todo esto, aún sobreviven algunas prácticas con fuerte arraigo. Por ejemplo, el no comer carne roja ni tomar bebidas alcohólicas el Viernes Santo sigue siendo una de las tradiciones más respetadas entre los creyentes. El ayuno, la abstinencia y la oración continúan siendo pilares fundamentales de esta celebración religiosa.

No obstante, con el paso de los años, muchas de estas costumbres han perdido fuerza. Las nuevas generaciones tienden a vivir la Semana Santa desde una mirada más espiritual y menos rígida; incluso, hay quienes durante estas fechas acuden a lugares turísticos o la playa.

La Semana Santa, así, se mantiene viva no solo por sus ritos religiosos, sino también por el imaginario popular que le rodea. Entre el respeto a la tradición y la apertura a nuevas formas de conmemoración, esta fecha sigue siendo un momento especial para millones de personas alrededor del mundo.

¿Quieres recibir las noticias más importantes? ¡Suscríbete sin costo, recíbelas por WhatsApp! Da clic aquí.