Saraguro impulsa interculturalidad con la escuela Kichwa

TALLER. La meta de este curso es la recuperación del Kichwa en la sociedad.

Saraguro. La alcaldía de Saraguro, con el propósito de fortalecer el uso y manejo de lenguas ancestrales, viene impulsando la escuela permanente de Kichwa «Zhimipi Rimashunchik”, misma que ha contado con el interés masivo de la ciudadanía.

En este contexto, a través del departamento de Interculturalidad, se ejecutó en la comunidad de Tuncarta, con la participación de los estudiantes, docentes y funcionarios de la municipalidad; hasta el momento Gunudel, Ilincho, Quisquinchir, Tambopamba, Centro de Saraguro y ahora Tuncarta han sido beneficiados con esta actividad de manera gratuita.

“Nuestra lengua ancestral es un patrimonio cultural intangible; por ello es necesario conocerla y mantenerla, es hacer perdurar nuestra historia, nuestras costumbres, nuestra cultura, fortalecer nuestra identidad, aprender kichwa sin duda alguna es una oportunidad de desarrollo”, manifestó Andrés Muñoz, alcalde de Saraguro.

“Esta lengua se estaba perdiendo porque ni las autoridades ni la gente le daba el valor que se merece. Sin embargo, ahora será posible rescatar nuestra identidad cultural y se podrá profundizar en la cosmovisión de nuestro pueblo indígena”, señaló uno de los asistentes.

Para el desarrollo humano no solo es necesaria la educación pedagógica, sino también la ancestral, y siendo Saraguro un pueblo pluriétnico que lo hace único en la provincia, es necesario aprender a respetar las diferencias y a convivir en una sociedad más respetuosa, inclusiva y solidaria, orgullosa de sus raíces, por ello se espera que ahora con la iniciativa de la Municipalidad se logren mejores resultados en bien de la recuperación del Kichwa.

“La extinción de una lengua es un problema social, cultural e, incluso, espiritual, porque al perderse el idioma se queda en el olvido un comportamiento y la pluriculturalidad de nuestro pueblo”, manifestó Baudilio Medina, tutor del curso.

 

TOME NOTA

El primer nivel, el cual tiene una duración de 60 horas, fue replicado en varias comunidades de Saraguro.