Los internos, que denunciaban extorsiones y maltratos, aseguran que experimentan una mejora en sus condiciones. A pesar de la estabilidad, se reporta la ausencia de un recluso y la suspensión de visitas debido al Estado de Excepción.
En un trabajo conjunto entre las Fuerzas Armadas del Ecuador, la Policía Nacional y el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), se llevó a cabo un operativo en el centro carcelario de Loja con el objetivo de evidenciar el restablecimiento del control en la prisión que anteriormente estaba bajo la influencia de bandas delictivas.
El operativo, que permitió el ingreso de medios de comunicación debidamente acreditados, contó con rigurosos protocolos de seguridad que involucraron a más de 200 personas sometidas a más de tres filtros de control.
Actualmente, la prisión alberga a 716 hombres y 60 mujeres, quienes han denunciado extorsiones y maltratos por parte de bandas delincuenciales que anteriormente tenían control sobre las instalaciones. “La situación está normal. Las tres comidas diarias son recibidas. Actualmente, en este pabellón C, hay 64 internos, cinco en cada cuarto y otros seis dependiendo de la amplitud”, informó un agente penitenciario.
Según testimonios de Personas Privadas de la Libertad (PPL) previos a la intervención de las autoridades, estas bandas exigían pagos a cambio de ocupar celdas o recibir servicios dentro de la cárcel. “Las extorsiones se han terminado. Hace un mes atrás vivíamos extorsionados todos los compañeros de este centro. Ponían precios por celdas, al PPL que venía nuevo le pedían dinero, le ponían precio a todo, al que no cancelaba le maltrataban fuerte. Ponían plazos”.
Otro PPL solicitó a las autoridades carcelarias la devolución de herramientas que utilizaban para participar en talleres de carpintería, actividades que les permitían adquirir habilidades laborales y ocupar su tiempo de manera productiva. “Ruego de favor a las autoridades que nos puedan ayudar para que nos devuelvan las herramientas. Se llevaron taladros, tupis, sierras, amoladoras y nos quedamos sin nada. Como unas 100 personas trabajamos allí, en mi caso doy empleo a otras 10”.
También hizo énfasis en la seguridad que sienten al contar con la presencia de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. “Vivíamos mal, pensábamos que en cualquier momento nos pasaba lo peor”.
Pedro Murgueytio, director del centro carcelario, aseguró que la situación está bajo control tras la intervención de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, se reporta la ausencia de un recluso del pabellón C que cumplía pena condenatoria. “Está falto un PPL desde el 14/12. No podría decir si se fugó o no, eso lo determina la justicia”.
En relación a los talleres, explicó que las herramientas están bajo custodia y los internos deben seguir un proceso para demostrar que son los propietarios de dichos recursos. Añadió que estas actividades, integradas en los cinco ejes de rehabilitación, se restablecerán gradualmente.
Respecto a los operativos que resultaron en el decomiso de material ilegal, Murgueytio subrayó que desde su llegada no ha ingresado ningún artículo no autorizado; todo lo incautado forma parte de elementos que los internos tenían ocultos.
Debido al Estado de Excepción vigente, las visitas a la cárcel están suspendidas. Aquellos interesados en recibir información sobre el estado de salud de los internos, se solicita acercarse a las afueras del centro, dejar un correo electrónico, tras 24 horas recibirán informe detallado sobre la situación de los privados de libertad.
EL DATO
Hace aproximadamente dos semanas, se llevó a cabo el traslado de un recluso en helicóptero, aparentemente catalogado como de alta peligrosidad.