El incremento de embarazos adolescentes origina que los niños no se alimenten adecuadamente.
La desnutrición es un grave problema que afecta con mayor impacto al grupo vulnerable comprendido por menores de edad. A nivel mundial, los gobiernos han establecido políticas públicas y han diseñado programas de alimentación en conjunto con los ministerios competentes, con la finalidad de erradicar el incremento de casos, sin embargo, los esfuerzos realizados no siempre arrojan resultados alentadores.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en nuestro país los índices de desnutrición se incrementaron durante los últimos años. En el 2004, este problema afectó al 21,2% de los infantes ecuatorianos menores de dos años, mientras que en el 2018 la cifra ascendió a 27,2%.
Ante este panorama, es importante que las niñas y niños adopten buenos hábitos de alimentación supervisados principalmente por su círculo familiar, con el fin de incrementar las defensas y garantizar mejores condiciones de vida, por ello, dialogamos con Thalía Rodríguez, especialista en Nutriología Pediátrica, quien se refirió al respecto.
¿La nutrición es una prioridad en Ecuador?
En primera instancia, es importante conocer que la nutrición a nivel nacional aún es deficiente. El tema de la desnutrición no solo depende de los hogares, ya que principalmente tiene que ver con una cuestión de salud pública y de sus responsabilidades con la sociedad.
Nuestro país está atravesando por dos tipos de malnutrición, una de exceso que conlleva problemas de sobrepeso y obesidad, y una de déficit que origina desnutrición que puede ser crónica y que afecta a la talla del niño dependiendo de su rango de edad.
Esta situación permite determinar que los programas de alimentación implementados en el territorio no se han cumplido adecuadamente, ya que en 13 años únicamente se ha reducido menos del 4% de la desnutrición crónica en menores de dos años.
El estado de salud de un infante no solo se debe evaluar en su periodo escolar, puesto que el problema también se origina cuando el niño está en el vientre de la madre, por ello, es importante que las estrategias de prevención se fortalezcan en mujeres embarazadas y lactantes.
¿Cómo pueden actuar correctamente las autoridades?
Es importante hacer un plan de alimentación propio y exacto para aquellos niños que están en etapa escolar y preescolar, puesto que a través de los programas ya implementados lo que se hace es sobrealimentar a la población que ya presenta una desnutrición crónica. Es por ello, que se deben individualizar las acciones dependiendo del caso de cada niño, con el fin de evitar consecuencias negativas ligadas al sobrepeso y a la obesidad en infantes de baja talla.
¿Hasta qué edad debería un bebé consumir leche materna?
De forma exclusiva, lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que se sustente al niño con leche materna hasta sus seis meses, posteriormente, puede lactar y consumir una alimentación complementaria hasta que cumpla dos años.
Es necesario que después de sus seis meses, el bebé empiece a tener contacto con los alimentos que forman parte de una dieta familiar, con el objetivo de que no presente dificultad al momento de que sea apartado del seno de la madre.
Otra situación que se suma a esta problemática es el elevado índice de embarazos adolescentes; esto provoca que las niñas convertidas en madres no logren alimentar correctamente a sus hijos. De igual forma, los menores que viven en zonas rurales o en un contexto de pobreza pueden sufrir mayores infecciones en su cuerpo, puesto que no siempre tienen buenas defensas.
¿Qué tan beneficiosa es la leche de vaca?
Es recomendable nutrir al niño con este alimento después de su primer año, ya que su sistema digestivo se encuentra más desarrollado para recibir una proteína fuerte como lo es la leche de vaca, la misma que integra azúcares, lactosa, entre otros elementos.
¿Se debe obligar a los niños a comer?
Es importante que, durante el proceso de alimentación complementaria, los niños puedan conocer diferentes sabores y texturas con el fin de que logren interactuar con los alimentos. En esta etapa no se debe obligar a los infantes a comer, ya que lo único que deben hacer los padres es entregarles los productos para que sus hijos los manipulen y pueda familiarizarse con ellos.
Cuando los niños no exploran con los alimentos (vegetales, frutas, verduras) durante sus primeros años de vida, es difícil que puedan consumirlos en edad escolar y adulta, por ello, es fundamental cumplir con todas las etapas que conlleva una alimentación óptima.
¿Cómo lograr un consumo moderado de dulces?
El azúcar no es un alimento, yo la considero como un condimento. Las personas no necesitamos el azúcar a menos de que sea una situación clínica diferente.
Lo que se recomienda es no incluir sales, azúcares y ningún otro condimento en los alimentos que consumen los niños, hasta que cumplan dos años. A criterio personal, pienso que los seres humanos únicamente necesitamos sal en cantidades adecuadas y se debería excluir el consumo de azúcar.
¿Cómo alcanzar una dieta balanceada?
Se debe reducir en el máximo posible los productos procesados y tratar de incluir alimentos naturales.
Las cinco cosas que constituyen un buen desayuno para un niño son: cereal, un lácteo, una proteína (carne), fruta y un vegetal. Al ofrecerle una alimentación variada, la guagua logra mantenerse activa en las diferentes actividades que desarrolla durante el día, de igual manera, es importante que adquiera buenos hábitos de hidratación.
¿Cuáles son las claves para una vida saludable?
Lo que está en la base de una pirámide de vida saludable son el aire, el agua segura, la tranquilidad, felicidad, el buen estado anímico, además de las frutas y vegetales.
Cabe destacar que los niños adquieren los comportamientos de alimentación que evidencian en el hogar. Sí los padres no tienen una dieta saludable y balanceada, los infantes adoptarán estos hábitos, originándose posibles problemas de salud, por ello, es importante buscar una adecuada educación nutricional que permita modificar y corregir malas costumbres alimentarias.
TOME NOTA
Los niños deben hidratarse con agua natural y no con bebidas procesadas que incluyen colorantes y saborizantes artificiales.
EL DATO
La talla de un bebé es recuperable hasta sus dos años.
EXTRACTO
“Los niños deben comer adecuadamente desde temprana edad y reducir el uso de azúcar”