Arsa con propietaria chinchosa

Supuesta persecución a establecimientos y órdenes de imponer multas sin fundamento o por la mínima situación, serían algunos de los hechos que la involucrarían.

Aunque resulte sorprendente, Verónica Loaiza, coordinadora Zonal 7 de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), desde que ingresó al cargo en 2013 nunca ha dejado el mismo y sigue dirigiendo a la entidad.

Durante todo este tiempo, de acuerdo con el pronunciamiento de un extrabajador de la institución, la funcionaria se habría encargado de perseguir a propietarios de establecimientos y de imponerles arbitrariamente multa tras multa, al punto que logró que muchos cierren.

Quien laboró en la Arcsa, solicitó mantener su nombre en reserva por motivos de seguridad, pero en su relato da cuenta que desde el año 2013 Loaiza tomó el cargo y pese al cambio de gobierno y al paso de múltiples directores ejecutivos del Arcsa a nivel nacional, ella se ha mantenido.

Aclaró que no se trata de una situación personal, pero lo indigna la forma de actuar de la funcionaria. Hasta donde conoce, ella tiene un parentesco con una funcionaria de Talento Humano en el Ministerio de Salud Pública en Quito, y al ser la Arcsa una entidad adscrita al Ministerio se debe al mismo aunque maneje su autonomía; ni siquiera con el nuevo gobierno se la removió del cargo y ni en Guayaquil saben a ciencia cierta por qué se la mantiene.