Presidente de Portugal envía al Constitucional la despenalización de la eutanasia

El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, envió hoy al Tribunal Constitucional la recién aprobada ley que despenaliza la eutanasia para que sea revisada, al considerar que recurre a «conceptos excesivamente indeterminados».

Rebelo de Sousa cree que la ley utiliza conceptos «excesivamente indeterminados» en la «definición de los requisitos de permiso de la despenalización de la muerte médicamente asistida» y por eso decidió pedir que se revise su constitucionalidad, informó en un comunicado publicado en la página oficial de Presidencia.

La ley, aprobada el pasado 29 de enero en el Parlamento, despenaliza la eutanasia para casos de mayores de edad, sin enfermedades mentales, en situación de sufrimiento «duradero e insoportable» y con «lesión definitiva de gravedad extrema» o «enfermedad incurable y fatal».

Estos son algunos de los conceptos que han suscitado las dudas de Rebelo de Sousa, católico confeso, que nunca llegó a revelar su posición sobre la eutanasia pero que aseguró que sus convicciones personales no determinan sus decisiones a la hora de promulgar o no una ley.

La interpretación de estos conceptos queda en manos de los profesionales médicos, señala el presidente en su escrito al Constitucional, donde considera que esto «crea una situación de inseguridad jurídica que habría que evitar en una materia tan sensible».

El Constitucional deberá ahora revisar la norma y valorar si alguno de sus artículos supone una violación de los derechos y principios recogidos en la Carta Magna.

Es la segunda vez que Rebelo de Sousa remite una ley al Constitucional desde que asumió la jefatura de Estado, en 2016.

La primera vez fue en 2019, cuando pidió que revisase las alteraciones a la ley sobre la procreación médicamente asistida y la gestación subrogada.

El tribunal declaró inconstitucionales algunos puntos y el presidente terminó vetando esa ley.

El jefe de Estado de Portugal, país con régimen semipresidencialista, puede remitir normas al Constitucional o también ejercer poder de veto, «absoluto» para las leyes aprobadas directamente por el Gobierno y «relativo» si proceden del Parlamento.

Si la ley de la eutanasia finalmente es promulgada, Portugal será el séptimo país del mundo en despenalizarla, tras los casos de España, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Canadá y Colombia.

Además de tener una enfermedad o lesión incurable, la ley portuguesa establece que la decisión final será evaluada por un comité de expertos y solo podrá practicarse en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

La propuesta salió adelante, tras un año de trámite parlamentario, con el apoyo de los grupos de izquierda, el rechazo de la derecha, y en medio de un tenso debate sobre la idoneidad del momento debido a la pandemia. EFE