EL VOTO NULO, ¿LA MEJOR OPCIÓN?

Álvaro Peña Flores

Se escucha mucho y se ve en redes sociales que ningún candidato es bueno ni nos merece, que la mejor opción es el voto nulo, como muestra y señal de rechazo al fatídico proceso electoral, las inconsistencias en los organismos de control y la ingente cantidad de candidatos que aspiran llegar el sillón de Carondelet.

El voto nulo que, según las encuestas, muy cuestionadas por cierto nos dicen que bordea el 40%, no es la mejor opción, porque lo que se pretende según quienes encabezan estas campañas de anular el voto, es desprestigiar a un agónico CNE, deslegitimar el proceso y anular las elecciones que al país le ha costado millones de dólares en su planificación y erróneas ejecuciones, además de que, tras sus campañas, existen ciertos intereses oscuros de presentarse como redentores y salvadores de la patria.

Con esta cifra que es alarmante, por cierto, ya que según las estadísticas en los últimos 20 años no ha habido un porcentaje tan alto de escepticismo y desconfianza en los candidatos, estamos hablando que, alrededor de cinco millones de habitantes aproximadamente estaríamos indecisos para elegir a nuestro próximo gobernante, son datos que nos muestran la verdad respecto de la calidad de líderes políticos que existen en el país; los presidenciables por su parte, deberían aprovechar este nivel de escepticismo y diseñar sus estrategias para poder captar la intención de voto de aquellos.

Es ahora o nunca, no nos gustan la mayoría de los candidatos, sí, es cierto, pero esta es la ocasión que tenemos todos los ecuatorianos para enterrar de por vida a quienes nos han hundido en la más execrable crisis, pobreza y subdesarrollo. Miremos con optimismo esta oportunidad que, gracias a Dios solo está en nuestras manos.

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