Así permanecía la ciudad de Loja, durante la pandemia, es decir desde el 16 de marzo de 2020 cuando se decretó el estado de excepción, en todo el territorio nacional.
Durante los denominados toques de queda y las restricciones de seguridad sanitaria se debió observar, exclusivamente, el paso obligado de servidores de la salud que trabajaron en primera línea.
Mientras que el resto de la ciudadanía esperaba en sus viviendas la noticia de retornar a las calles y sobre todo a los trabajos, al menos aquellos que aún conservaban.