Incidentes y riñas son las características que posee la Ciudadela Zamora más conocida como La Pileta. Ciudadanos piden mayor control por parte de la municipalidad para paliar esta problemática que afecta a Loja.
Casi todos los días se puede localizar personas libadoras en este sitio céntrico, pero esto aumenta desde el miércoles; este lugar se ha convertido en un espacio de conflictos, manifestó Jorge Martínez, presidente de la Ciudadela Zamora.
Expresó que los sucesos pasan a menudo, incluso hace unas semanas atrás hubo acontecimiento parecido, pero no fue mediático como la riña del pasado sábado que fue clausurado un restaurante y cinco personas detenidas.
Incumplimiento
Informó que los locales que prestan servicios de venta y consumo de alcohol no cumplen los reglamentos establecidos en la ley municipal, como puerta de emergencia, sistema de aislamiento acústico, ventilación adecuada y rociadores automáticos.
Dijo que se han realizado muchas denuncias con fotos, videos y no habido un resultado positivo para paliar este mal que afecta a toda la ciudad de Loja, no solo a la ciudadela Zamora.
Explicó que el lugar no es, “zona rosa, sino negra” por los sucesos que se presentan como actos vandálicos y lo que pasó el sábado pasado, solo es una raya más al tigre, por lo que hace un llamado a la Municipalidad para articular acciones con las instituciones correspondientes para solucionar el problema.
Compromiso
Mediante una carta de compromiso firmado en enero pasado entre varias instituciones se comprometieron a realizar inspección en sitio previo a la renovación de permisos de funcionamiento para bares, biscotes y el monitoreo y controles permanentes lo cual no se había hecho.
Santiago Costa, hermano del dueño del negocio donde hubo la riña el pasado sábado, rechazó los actos violentos que hacen quedar mal a Loja y a las personas involucradas se aplique todo lo estipulado en la Ley, además, responsabiliza a los sujetos por la salud de sus hermanos que fueron golpeados.
Sucesos
Desde las 18:00 son atendidos por los propietarios del restaurante donde hacen su respectivo consumo, ellos insistían que les vendieran bebidas alcohólicas y fue negado, pero se retiraron de la mejor manera.
Luego de unas horas uno de los sujetos regresa al local para pedirle que les vendan cerveza e invade el local donde se generan altercados y el propietario pide que se retiren del lugar, pero se muestra resistente y opta por llamar la atención de sus campañeros para que retiren al sujeto, pero reciben golpes de sus acompañantes.
Su otro hermano trató de auxiliarlo, pero igualmente recibió golpes, gracias a la rápida acción de la Policía Nacional no pasó a mayores.
El señor se siente preocupado por el hermano debido que realizó un préstamo para emprender en el local y una clausura de varios días generaría una pérdida y mucho más ahora, “las agresiones no son solo físicas, sino psicológicas”, agregó.
TOME DATO
El local tenía permiso para el funcionamiento de un bar, pero después de la pandemia presta el servicio de comida.