La Prensa de Panamá frente a censura económica

MORDAZA. La incautación de las cuentas de la empresa editora del diario más grande de ese país impide que pague la nómina a sus empleados.
MORDAZA. La incautación de las cuentas de la empresa editora del diario más grande de ese país impide que pague la nómina a sus empleados.

Redacción PANAMÁ

El diario panameño La Prensa presentó este lunes una fianza de 1,13 millones de dólares y pidió que se levante el secuestro de sus bienes, dictado en el marco de una demanda civil por 5,5 millones de dólares impulsada por el expresidente Ernesto Pérez Balladares desde 2012, una medida que busca «acallar» el periodismo crítico.

Diego Quijano, presidente de la corporación La Prensa, dijo confiar en que el «derecho prevalecerá, pues la ley está» del lado del diario, el más importante del país.

Un ataque a la democracia

La medida de secuestro impide en lo inmediato que la Corprensa cumpla con el pago de la nómina de sus empleados y a largo plazo compromete su operación, por lo que constituye un atentado a la libertad de expresión e información, sostuvo Quijano.

La Prensa enfrenta 12 demandas civiles y 22 querellas penales que suman 84 millones de dólares, interpuestas «por expresidentes, exfuncionarios, contratistas del Estado y todas tienen interés público», dijo Quijano.

Resaltó que la medida que inmoviliza sus fondo por el caso Pérez Balladares es un «golpe fortísimo al periodismo investigativo» y sienta un «precedente» que perjudica no solo a ese rotativo sino «a todos los que se atrevan a criticar a quienes detenten el poder político, a indagar en los posibles actos de corrupción».

‘Callar no es una opción’

En un editorial titulado «Para La Prensa callar no es la opción», el rotativo denunció este lunes que el PRD, «nacido a la sombra de esa dictadura tramposa y acostumbrada a silenciar a sus críticos» que vivió Panamá entre 1968 y 1989, «vuelve a la carga».

Recordó que el rotativo cumple 40 años y que en ese tiempo nunca ha cesado en «llevar adelante el rol crítico (…) y el periodismo investigativo que merece una sociedad informada». EFE