El corazón late al compás de su cuidado

CALIDAD. Muchos de los factores de riesgo que desencadenan las enfermedades cardiovasculares son modificables.
CALIDAD. Muchos de los factores de riesgo que desencadenan las enfermedades cardiovasculares son modificables.
CALIDAD. Muchos de los factores de riesgo que desencadenan las enfermedades cardiovasculares son modificables.
CALIDAD. Muchos de los factores de riesgo que desencadenan las enfermedades cardiovasculares son modificables.
CALIDAD. Muchos de los factores de riesgo que desencadenan las enfermedades cardiovasculares son modificables.
CALIDAD. Muchos de los factores de riesgo que desencadenan las enfermedades cardiovasculares son modificables.
CALIDAD. Muchos de los factores de riesgo que desencadenan las enfermedades cardiovasculares son modificables.
CALIDAD. Muchos de los factores de riesgo que desencadenan las enfermedades cardiovasculares son modificables.

La actividad física y una alimentación saludable ayudarán a que este órgano se mantenga fuerte.

En el mundo mueren 17,9 millones de personas cada año a causa de enfermedades cardiovasculares. En Ecuador, en 2018 fallecieron 18.329, la mayor parte por enfermedades isquémicas del corazón (7.862), cerebrovasculares (4.450) e hipertensivas (3.307), según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Esas cifras alarman y los organismos de salud nacionales y mundiales hacen, una vez más, llamados para evitar la aparición de esos padecimientos y las muertes prematuras. Datos de la Organización Mundial de la Salud señalan que los fallecimientos se dan en personas de entre 30 y 69 años.

Según Juan Carlos Zevallos, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de las Américas (UDLA), el 30% de la población adulta, mayor a 40 años, en América, sufre de una enfermedad cardiovascular (isquémicas del corazón, cerebrovasculares, hipertensivas e insuficiencia cardíaca), por lo que recomienda acudir al médico y realizarse exámenes para detectar oportunamente un exceso de riesgo o la presencia de una entidad.

Recomendaciones saludables

Hay dos componentes que llevan a padecer esas afecciones: el factor genético, que no se puede cambiar; y el estilo nocivo de vida, que incluye tabaquismo, alcohol, sedentarismo y mala alimentación, que pueden ser corregidos. Estas malas prácticas también contribuyen a desarrollar otras enfermedades, como la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, explica Zevallos.

El cuidado del corazón comienza por conocer los factores de riesgo propios, antecedentes familiares de enfermedades no transmisibles, sedentarismo y obesidad, señala el Ministerio de Salud Pública (MSP), a través de la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud Pública.

Es importante la prevención desde el inicio de la vida, fomentando la lactancia materna y continuar una alimentación saludable baja en grasas trans, sal, azúcares y rica en frutas, verduras y otras comidas no procesadas, puntualiza el MSP.

El ejercicio también es importante, asegura el docente. Recomienda un promedio de cinco horas de ejercicio a la semana para una persona adulta y abstenerse de beber y fumar. El tabaquismo y el alcohol pueden provocar hipertensión arterial o enfermedades cerebrovasculares y coronaria.

Incidencia

Según la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud Pública, la manifestación más evidente de los padecimientos cardiovasculares es la aterosclerosis, que es la acumulación de grasa en las arterias.

Los primeros síntomas se presentan en la madurez con episodios coronarios y cerebrovasculares agudos que con frecuencia son mortales antes de que pueda prestarse atención médica.

La presión arterial elevada (hipertensión arterial), la concentración anormal de lípidos en la sangre (dislipidemia) e hiperglucemia (diabetes), son los factores de riesgo que conducen a la progresión adicional de la aterosclerosis, dando lugar a placas ateroscleróticas inestables, con estrechamiento de los vasos sanguíneos y obstrucción del flujo sanguíneo a órganos vitales, como el corazón y el encéfalo.

Entre las manifestaciones clínicas de estas enfermedades se encuentran la angina, el infarto de miocardio, el accidente cerebral isquémico transitorio y el accidente cerebrovascular. (CM)

Costumbres negativas

° La población ecuatoriana está en una fase en donde las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, particularmente aquellas alimentarias, el consumo excesivo de alcohol y el uso de tabaco, son más altas que en países como Perú o Colombia, comenta el médico Carlos Zevallos. Es decir, “la cantidad de casos relacionados a enfermedades cardiovasculares duplica a la de nuestros países vecinos, algo alarmante por lo que trabajar en campañas de prevención es vital”.

Daño tras un infarto

° Tras un infarto del miocardio, la zona del corazón afectada queda necrotizada por falta de aporte sanguíneo y oxígeno. Eso ocasiona que esa zona del corazón deje de funcionar, informa Juan Páez, cardiólogo que se desempeña como gerente del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM). El pronóstico del infarto del miocardio depende del tamaño y la localización.

Un gran porcentaje logra sobrevivir por atención oportuna que permite destapar los vasos ocluidos. Para que el paciente mejore su pronóstico y su calidad de vida debe cambiar por completo sus costumbres, mantener una alimentación sana, ejercicio y eliminar los factores de riesgo. Sin embargo, muchos tienen otro tipo de enfermedades que complican la situación, que pueden generar nuevas complicaciones. Además puede experimentar un nuevo infarto con gran posibilidad de muerte cardíaca súbita, si no cambia su estilo de vida, de acuerdo a las recomendaciones médicas.

EL DATO

Ayer se realizaron caminatas y pedaleadas para conmemorar el Día Mundial del Corazón.

La actividad física y una alimentación saludable ayudarán a que este órgano se mantenga fuerte.

En el mundo mueren 17,9 millones de personas cada año a causa de enfermedades cardiovasculares. En Ecuador, en 2018 fallecieron 18.329, la mayor parte por enfermedades isquémicas del corazón (7.862), cerebrovasculares (4.450) e hipertensivas (3.307), según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Esas cifras alarman y los organismos de salud nacionales y mundiales hacen, una vez más, llamados para evitar la aparición de esos padecimientos y las muertes prematuras. Datos de la Organización Mundial de la Salud señalan que los fallecimientos se dan en personas de entre 30 y 69 años.

Según Juan Carlos Zevallos, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de las Américas (UDLA), el 30% de la población adulta, mayor a 40 años, en América, sufre de una enfermedad cardiovascular (isquémicas del corazón, cerebrovasculares, hipertensivas e insuficiencia cardíaca), por lo que recomienda acudir al médico y realizarse exámenes para detectar oportunamente un exceso de riesgo o la presencia de una entidad.

Recomendaciones saludables

Hay dos componentes que llevan a padecer esas afecciones: el factor genético, que no se puede cambiar; y el estilo nocivo de vida, que incluye tabaquismo, alcohol, sedentarismo y mala alimentación, que pueden ser corregidos. Estas malas prácticas también contribuyen a desarrollar otras enfermedades, como la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, explica Zevallos.

El cuidado del corazón comienza por conocer los factores de riesgo propios, antecedentes familiares de enfermedades no transmisibles, sedentarismo y obesidad, señala el Ministerio de Salud Pública (MSP), a través de la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud Pública.

Es importante la prevención desde el inicio de la vida, fomentando la lactancia materna y continuar una alimentación saludable baja en grasas trans, sal, azúcares y rica en frutas, verduras y otras comidas no procesadas, puntualiza el MSP.

El ejercicio también es importante, asegura el docente. Recomienda un promedio de cinco horas de ejercicio a la semana para una persona adulta y abstenerse de beber y fumar. El tabaquismo y el alcohol pueden provocar hipertensión arterial o enfermedades cerebrovasculares y coronaria.

Incidencia

Según la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud Pública, la manifestación más evidente de los padecimientos cardiovasculares es la aterosclerosis, que es la acumulación de grasa en las arterias.

Los primeros síntomas se presentan en la madurez con episodios coronarios y cerebrovasculares agudos que con frecuencia son mortales antes de que pueda prestarse atención médica.

La presión arterial elevada (hipertensión arterial), la concentración anormal de lípidos en la sangre (dislipidemia) e hiperglucemia (diabetes), son los factores de riesgo que conducen a la progresión adicional de la aterosclerosis, dando lugar a placas ateroscleróticas inestables, con estrechamiento de los vasos sanguíneos y obstrucción del flujo sanguíneo a órganos vitales, como el corazón y el encéfalo.

Entre las manifestaciones clínicas de estas enfermedades se encuentran la angina, el infarto de miocardio, el accidente cerebral isquémico transitorio y el accidente cerebrovascular. (CM)

Costumbres negativas

° La población ecuatoriana está en una fase en donde las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, particularmente aquellas alimentarias, el consumo excesivo de alcohol y el uso de tabaco, son más altas que en países como Perú o Colombia, comenta el médico Carlos Zevallos. Es decir, “la cantidad de casos relacionados a enfermedades cardiovasculares duplica a la de nuestros países vecinos, algo alarmante por lo que trabajar en campañas de prevención es vital”.

Daño tras un infarto

° Tras un infarto del miocardio, la zona del corazón afectada queda necrotizada por falta de aporte sanguíneo y oxígeno. Eso ocasiona que esa zona del corazón deje de funcionar, informa Juan Páez, cardiólogo que se desempeña como gerente del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM). El pronóstico del infarto del miocardio depende del tamaño y la localización.

Un gran porcentaje logra sobrevivir por atención oportuna que permite destapar los vasos ocluidos. Para que el paciente mejore su pronóstico y su calidad de vida debe cambiar por completo sus costumbres, mantener una alimentación sana, ejercicio y eliminar los factores de riesgo. Sin embargo, muchos tienen otro tipo de enfermedades que complican la situación, que pueden generar nuevas complicaciones. Además puede experimentar un nuevo infarto con gran posibilidad de muerte cardíaca súbita, si no cambia su estilo de vida, de acuerdo a las recomendaciones médicas.

EL DATO

Ayer se realizaron caminatas y pedaleadas para conmemorar el Día Mundial del Corazón.

La actividad física y una alimentación saludable ayudarán a que este órgano se mantenga fuerte.

En el mundo mueren 17,9 millones de personas cada año a causa de enfermedades cardiovasculares. En Ecuador, en 2018 fallecieron 18.329, la mayor parte por enfermedades isquémicas del corazón (7.862), cerebrovasculares (4.450) e hipertensivas (3.307), según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Esas cifras alarman y los organismos de salud nacionales y mundiales hacen, una vez más, llamados para evitar la aparición de esos padecimientos y las muertes prematuras. Datos de la Organización Mundial de la Salud señalan que los fallecimientos se dan en personas de entre 30 y 69 años.

Según Juan Carlos Zevallos, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de las Américas (UDLA), el 30% de la población adulta, mayor a 40 años, en América, sufre de una enfermedad cardiovascular (isquémicas del corazón, cerebrovasculares, hipertensivas e insuficiencia cardíaca), por lo que recomienda acudir al médico y realizarse exámenes para detectar oportunamente un exceso de riesgo o la presencia de una entidad.

Recomendaciones saludables

Hay dos componentes que llevan a padecer esas afecciones: el factor genético, que no se puede cambiar; y el estilo nocivo de vida, que incluye tabaquismo, alcohol, sedentarismo y mala alimentación, que pueden ser corregidos. Estas malas prácticas también contribuyen a desarrollar otras enfermedades, como la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, explica Zevallos.

El cuidado del corazón comienza por conocer los factores de riesgo propios, antecedentes familiares de enfermedades no transmisibles, sedentarismo y obesidad, señala el Ministerio de Salud Pública (MSP), a través de la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud Pública.

Es importante la prevención desde el inicio de la vida, fomentando la lactancia materna y continuar una alimentación saludable baja en grasas trans, sal, azúcares y rica en frutas, verduras y otras comidas no procesadas, puntualiza el MSP.

El ejercicio también es importante, asegura el docente. Recomienda un promedio de cinco horas de ejercicio a la semana para una persona adulta y abstenerse de beber y fumar. El tabaquismo y el alcohol pueden provocar hipertensión arterial o enfermedades cerebrovasculares y coronaria.

Incidencia

Según la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud Pública, la manifestación más evidente de los padecimientos cardiovasculares es la aterosclerosis, que es la acumulación de grasa en las arterias.

Los primeros síntomas se presentan en la madurez con episodios coronarios y cerebrovasculares agudos que con frecuencia son mortales antes de que pueda prestarse atención médica.

La presión arterial elevada (hipertensión arterial), la concentración anormal de lípidos en la sangre (dislipidemia) e hiperglucemia (diabetes), son los factores de riesgo que conducen a la progresión adicional de la aterosclerosis, dando lugar a placas ateroscleróticas inestables, con estrechamiento de los vasos sanguíneos y obstrucción del flujo sanguíneo a órganos vitales, como el corazón y el encéfalo.

Entre las manifestaciones clínicas de estas enfermedades se encuentran la angina, el infarto de miocardio, el accidente cerebral isquémico transitorio y el accidente cerebrovascular. (CM)

Costumbres negativas

° La población ecuatoriana está en una fase en donde las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, particularmente aquellas alimentarias, el consumo excesivo de alcohol y el uso de tabaco, son más altas que en países como Perú o Colombia, comenta el médico Carlos Zevallos. Es decir, “la cantidad de casos relacionados a enfermedades cardiovasculares duplica a la de nuestros países vecinos, algo alarmante por lo que trabajar en campañas de prevención es vital”.

Daño tras un infarto

° Tras un infarto del miocardio, la zona del corazón afectada queda necrotizada por falta de aporte sanguíneo y oxígeno. Eso ocasiona que esa zona del corazón deje de funcionar, informa Juan Páez, cardiólogo que se desempeña como gerente del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM). El pronóstico del infarto del miocardio depende del tamaño y la localización.

Un gran porcentaje logra sobrevivir por atención oportuna que permite destapar los vasos ocluidos. Para que el paciente mejore su pronóstico y su calidad de vida debe cambiar por completo sus costumbres, mantener una alimentación sana, ejercicio y eliminar los factores de riesgo. Sin embargo, muchos tienen otro tipo de enfermedades que complican la situación, que pueden generar nuevas complicaciones. Además puede experimentar un nuevo infarto con gran posibilidad de muerte cardíaca súbita, si no cambia su estilo de vida, de acuerdo a las recomendaciones médicas.

EL DATO

Ayer se realizaron caminatas y pedaleadas para conmemorar el Día Mundial del Corazón.

La actividad física y una alimentación saludable ayudarán a que este órgano se mantenga fuerte.

En el mundo mueren 17,9 millones de personas cada año a causa de enfermedades cardiovasculares. En Ecuador, en 2018 fallecieron 18.329, la mayor parte por enfermedades isquémicas del corazón (7.862), cerebrovasculares (4.450) e hipertensivas (3.307), según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Esas cifras alarman y los organismos de salud nacionales y mundiales hacen, una vez más, llamados para evitar la aparición de esos padecimientos y las muertes prematuras. Datos de la Organización Mundial de la Salud señalan que los fallecimientos se dan en personas de entre 30 y 69 años.

Según Juan Carlos Zevallos, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de las Américas (UDLA), el 30% de la población adulta, mayor a 40 años, en América, sufre de una enfermedad cardiovascular (isquémicas del corazón, cerebrovasculares, hipertensivas e insuficiencia cardíaca), por lo que recomienda acudir al médico y realizarse exámenes para detectar oportunamente un exceso de riesgo o la presencia de una entidad.

Recomendaciones saludables

Hay dos componentes que llevan a padecer esas afecciones: el factor genético, que no se puede cambiar; y el estilo nocivo de vida, que incluye tabaquismo, alcohol, sedentarismo y mala alimentación, que pueden ser corregidos. Estas malas prácticas también contribuyen a desarrollar otras enfermedades, como la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, explica Zevallos.

El cuidado del corazón comienza por conocer los factores de riesgo propios, antecedentes familiares de enfermedades no transmisibles, sedentarismo y obesidad, señala el Ministerio de Salud Pública (MSP), a través de la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud Pública.

Es importante la prevención desde el inicio de la vida, fomentando la lactancia materna y continuar una alimentación saludable baja en grasas trans, sal, azúcares y rica en frutas, verduras y otras comidas no procesadas, puntualiza el MSP.

El ejercicio también es importante, asegura el docente. Recomienda un promedio de cinco horas de ejercicio a la semana para una persona adulta y abstenerse de beber y fumar. El tabaquismo y el alcohol pueden provocar hipertensión arterial o enfermedades cerebrovasculares y coronaria.

Incidencia

Según la Subsecretaría Nacional de Vigilancia de la Salud Pública, la manifestación más evidente de los padecimientos cardiovasculares es la aterosclerosis, que es la acumulación de grasa en las arterias.

Los primeros síntomas se presentan en la madurez con episodios coronarios y cerebrovasculares agudos que con frecuencia son mortales antes de que pueda prestarse atención médica.

La presión arterial elevada (hipertensión arterial), la concentración anormal de lípidos en la sangre (dislipidemia) e hiperglucemia (diabetes), son los factores de riesgo que conducen a la progresión adicional de la aterosclerosis, dando lugar a placas ateroscleróticas inestables, con estrechamiento de los vasos sanguíneos y obstrucción del flujo sanguíneo a órganos vitales, como el corazón y el encéfalo.

Entre las manifestaciones clínicas de estas enfermedades se encuentran la angina, el infarto de miocardio, el accidente cerebral isquémico transitorio y el accidente cerebrovascular. (CM)

Costumbres negativas

° La población ecuatoriana está en una fase en donde las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, particularmente aquellas alimentarias, el consumo excesivo de alcohol y el uso de tabaco, son más altas que en países como Perú o Colombia, comenta el médico Carlos Zevallos. Es decir, “la cantidad de casos relacionados a enfermedades cardiovasculares duplica a la de nuestros países vecinos, algo alarmante por lo que trabajar en campañas de prevención es vital”.

Daño tras un infarto

° Tras un infarto del miocardio, la zona del corazón afectada queda necrotizada por falta de aporte sanguíneo y oxígeno. Eso ocasiona que esa zona del corazón deje de funcionar, informa Juan Páez, cardiólogo que se desempeña como gerente del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM). El pronóstico del infarto del miocardio depende del tamaño y la localización.

Un gran porcentaje logra sobrevivir por atención oportuna que permite destapar los vasos ocluidos. Para que el paciente mejore su pronóstico y su calidad de vida debe cambiar por completo sus costumbres, mantener una alimentación sana, ejercicio y eliminar los factores de riesgo. Sin embargo, muchos tienen otro tipo de enfermedades que complican la situación, que pueden generar nuevas complicaciones. Además puede experimentar un nuevo infarto con gran posibilidad de muerte cardíaca súbita, si no cambia su estilo de vida, de acuerdo a las recomendaciones médicas.

EL DATO

Ayer se realizaron caminatas y pedaleadas para conmemorar el Día Mundial del Corazón.