Carlos García García: ‘Hemos abandonado a los agricultores’

PRODUCCIÓN. Carlos García García dice que antes Loja abastecía al norte del Perú y provincias vecinas como Azuay.
PRODUCCIÓN. Carlos García García dice que antes Loja abastecía al norte del Perú y provincias vecinas como Azuay.

El excatedrático universitario y exdiputado lojano analiza la problemática del sector agropecuario de la provincia.

Carlos García García, un ingeniero agrónomo lojano, considera que la provincia actualmente vive una crisis agropecuaria, algo que dista mucho de lo que la jurisdicción fue en décadas pasadas: una potencia en producción agrícola y pecuaria.

El profesional, quien también fue senador, diputado, docente universitario, entre otros cargos, manifiesta que solo con decisión política se puede fortalecer la producción agropecuaria y hacer que la provincia vuelva a ser una potencia.

En diálogo con La Hora, Carlos García García explica por qué, según su punto de vista, la provincia atraviesa una crisis agropecuaria.

¿Qué es una crisis agropecuaria?

Quiere decir que hemos dejado de producir lo que antes producíamos. Una crisis agropecuaria es llegar a una deficiencia en la producción, ya sea por negligencia, por falta de apoyo de los organismos del Estado y por muchos otros factores.

¿Hace qué tiempo la provincia vive esta crisis?

En el siglo pasado, la provincia de Loja mantenía un sistema de cultivo en comunidad. Los campos eran abiertos y había producción. Se abastecía al norte del Perú con productos como café, ganado vacuno, porcino, y otra cantidad de productos. Loja abastecía también a la provincia del Azuay. Éramos abastecedores de panela al Azuay y Cañar, que vivían de nuestra producción.

¿A qué se debe esta crisis agropecuaria?

Se debe a que al agricultor, en toda la provincia, después de la Reforma Agraria, se lo dejó abandonando. Entonces ese agricultor se ha visto en el problema de hacer una agricultura de subsistencia, con barreta y lampa en el siglo 21. Entonces la producción es mínima, la población creció en la ciudad de Loja en forma galopante, hubo más demanda de alimentos y menos producción. No hemos tecnificado la producción, hemos dejado abandonando a los agricultores, que optan por emigrar a otros lugares en busca de fuentes de trabajo. Se ha producido un fenómeno: los agricultores sin trabajo, sin producir, han aumentado los cinturones de pobreza.

Sin embargo, ¿Loja tiene características para hacer producción en gran volumen?

Claro. Sostengo que Loja es una de las provincias que tiene recursos para hacer producción agropecuaria a gran volumen y no solamente para autoconsumo, sino para exportar.

La provincia tiene 11.027 kilómetros cuadrados de extensión, más que Azuay y Cañar juntos. De esa extensión, el 15% no tiene ninguna vocación, ni agrícola ni forestal. Son peñascos y abismos. No sirven. Pero en cambio el 54%, o sea 596 mil 700 hectáreas, tiene vocación forestal, para cultivos permanentes como frutales y café de exportación, y tiene vocación pecuaria para cientos de miles de ganado como era antes. Vamos más allá: el 30% restante, o sea 330 mil hectáreas, están constituidas por suelos clase 2, 3 y 4, es decir por suelos con todas las condiciones productivas para cultivos intensivos de gran variabilidad. Gozamos de todos los niveles altitudinales y tenemos todos los climas y microclimas para sembrar lo que queramos.

¿Esto ha obligado que Loja importe productos de otros lados?

Somos una cultura especial y por lo mismo nos alimentamos de productos culturales. Nos gusta el repe, las arvejas con guineo… pero para preparar el clásico repe, los guineos vienen de la provincia de El Oro. Las papas vienen del Carchi, de Cañar, de Chimborazo, los huevos de gallina vienen de Ambato, las verduras vienen de Tungurahua que es una provincia muy pequeña. Los frutales vienen de la Costa, de la Sierra, la harina del norte… No producimos nada, ni siquiera para la alimentación. Estamos como Venezuela, comprándolo todo.

¿Qué se debe hacer para que Loja vuelva a ser productiva?

Este es un tema y una obligación de los organismos de desarrollo como el Ministerio del Ambiente, Ministerio de Agricultura, Prefectura.

Necesitamos preparar nuestros suelos con tractores; 16 tractores para empezar, uno en cada cantón, cuesta 800 mil dólares. Con eso empezaríamos a mecanizar y a producir de una forma extensiva. Por otra parte, qué le cuesta a la Prefectura capacitar a viveristas de los cantones, para que cada cantón pueda establecer su propio vivero de plantas forestales, frutales, café, hortalizas… Ahí hay una solución que no cuesta. Aunque parezca mentira, los viveros son los pioneros de la producción, son los futuros bosques…

Tampoco hay créditos, más es la propaganda que se da. Solo el 8% (del sector agrícola) recibe créditos. Por otra parte no hay la asistencia técnica en el campo. Debemos abrir más canales de riego. Es cuestión de política y voluntad.

Perfil

Carlos García García

– Ingeniero agrónomo de profesión.

– Diputado por Loja.

– Docente universitario.

– Asesor técnico del Banco Mundial.

“No producimos nada, ni siquiera para la alimentación”

“En la provincia cada vez decrece la producción”