Los daños se presentaron en la parroquia Nambacola y en algunos cantones del oriente ecuatoriano.
El desmoronamiento de la torre en donde estaba el campanario de la iglesia matriz de la parroquia Nambacola, del cantón Gonzanamá, la madrugada de ayer, a eso de las 02:50, es el saldo que deja el movimiento telúrico que sacudió por alrededor de dos minutos el suelo lojano y ecuatoriano.
El sismo, que se originó en Loreto , uno de los 24 departamentos de la provincia de Callao, de la República del Perú, en la Amazonía y que limita con Ecuador, fue tan intenso que se sintió en la mayor parte de ciudades de los países vecinos: Brasil, Colombia y Venezuela.
Profundidad evita desastre
La parroquia Nambacola está ubicada a 620 kilómetros del epicentro y la profundidad de 141 kilómetros del sismo evitó que el impacto o daño que causa en la superficie sea apocalíptico, pero la onda expansiva resultó más amplía y por eso se sintió en los tres países latinoamericanos.
Pero, no solo en Nambacola hubo daños sino en las parroquias San Carlos de las Minas, Los Encuentros, Nuevo Quito y Chito, de los cantones Zamora, Yantzaza, Paquisha y Chinchipe, respectivamente. Varias casas fueron afectadas con la rotura de ventanales y fisuras que no son de gravedad.
Pérdida económica
El movimiento telúrico produjo la destrucción total de la materia prima de una vidriería, ubicada en la ciudad de Yantzaza, que pertenece a David Morocho. La pérdida se calcula en unos 18 mil dólares aproximadamente y todo el producto adquirido fue a base de préstamos bancarios que aún salda.
Según un informe del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (Sngr) de la zona siete, existen viviendas afectadas, tanto en Yantzaza, capital del cantón de similar nombre; y en el cantón Centinela del Cóndor, de la provincia de Zamora Chinchipe.
LAS CIFRAS
8.09 GRADOS fue sismo.